Lima al 300, entre Moreno y Belgrano, frente al edificio sede del Incaa, se congregaron más de 1,000 personas, sin banderas ni carteles de ningún tipo, que solo se expresaron con palmas y se manifestaron por los mismos puntos que el jueves santo dieron a conocer en la asamblea abierta realizada en el Cine.Ar Gaumont, en el barrio porteño de Congreso.

El reclamo giró en torno a las dudas que surgieron en los últimos días y tomaron estado público tras el anuncio de sospechas de actos de corrupción en el Incaa, en los que en principio fue complicado su presidente, Alejandro Cacetta, su jefe de gabinete, Sergio Bartolucci, y el rector de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc), Pablo Rovito.

Uno de sus oradores, fue el director y ganador del Oscar por «La historia oficial», Luis Puenzo, aseguró que “creo que la comunidad audiovisual estaba demasiado cómoda en la convicción de que el Incaa era eterno, la Ley de cine era para siempre y la posibilidad de filmar era natural, y no lo es”.

También Fernando «Pino» Solanas  expuso que «el Incaa es autárquico, el gobierno no puede hacer lo que ha venido haciendo con grandes leyes nacionales, modificarlas puenteando al Congreso con simples decretos. Lo más importante es que aquí no hay ninguna grieta, estamos todos unidos en defensa del cine nacional, una de las diez cinematografías más importantes del mundo, el espejo del alma de este país”.

También se subió a las redes sociales un video en que reconocidos actores comentan sobre cómo funciona el Incaa.