Por Andrea San Esteban

En estos días se asiste a escándalos, trascendidos, portazos, despidos y spots de denuncia por parte de actores y cineastas debido a que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), que es un organismo descentralizado y autárquico dentro del Estado nacional, está siendo intervenido. Este instituto, al igual que el de la música y el del teatro, se encuentra en la jurisdicción del Ministerio de Cultura.

En diálogo con Conclusión, Lucrecia Mastrángelo, cineasta rosarina, comentó en relación a este presente en el Incaa que «hay que contar la verdad, hacer nuestra campaña. El cine se financia con el 10 por ciento de las entradas que cada espectador paga. El 10 por ciento va para el fondo de fomento, el resto lo pagan las empresas multinacionales, los cables, las empresas de telecomunicaciones, que tienen que pagar un canon al Estado para poder usar esa antena, ese aire. Con ese canon, que es de casi el 60 por ciento, es con lo que se financia el cine”.

Transferencia de activos

“Lo que va a pasar ahora, es que el Gobierno de Mauricio Macri va a permitir que los multimedios grandes, como Clarín y Cablevisión, dejen de pagar ese canon para desfinanciarlo y quedarse ellos con ese dinero, va a favorecer a los cableoperadores no para financiar otro gasto del Estado, sino para absorberlo ellos”, agregó Mastrángelo, Y continuó: “El cine nacional, lo que es la memoria, la identidad de un pueblo, queda sin producción. Estamos inundados de manufacturas de afuera, ya nos cuesta mucho competir con un mercado internacional que es industria realmente, ahora nuestra industria sin dinero, implica que la van a destruir, esto es lo que hay que aclararle a la gente”.

Movimiento de rechazo a la intervención

Las protestas fueron multitudinarias, con asambleas de más de mil cineastas convocadas por la Asamblea Abierta de la Comunidad Audiovisual. Además se realizó una conferencia de prensa con la participación de Luis Puenzo y Fernando «Pino» Solanas, para explicar la consistencia de la producción cinematográfica nacional y en repudio a las declaraciones y acciones del ministro de Cultura, Pablo Avelluto.

Mastrángelo expresó que “es escandaloso el despido de Pablo Rovito, el mejor rector de una escuela muy prestigiosa, que es la Escuela Nacional de Realización y Experimentación Cinematográfica, (Enerc) argumentando que no se habían invertido 8 millones de pesos, sospechándolo de corrupción”.

Financiar los costos para la industria

“Los costos reales de una ficción son de más de 30 millones de pesos, no hay mentira en eso. No sabemos cómo van a financiar al cine, hasta que no se organicen o cambien la ley de medios, que es otra cosa que ellos quieren, no va a aparecer dinero. Mientras tanto nosotros seguimos en estado de alerta y movilización, vamos a seguir en la calle”, afirmó la cineasta rosarina.