Lágrimas y dolor en Tribunales. Este jueves, los jueces  Juan Carlos Curto, Rodolfo Zvala y Juan José Alarcón dieron a conocer la resolución que involucra a cinco policías imputados por la muerte de Jonathan Herrera, ocurrida el 4 de enero de 2015, en zona sur, mientras lavaba el auto en la puerta de su casa.

Los jueces resolvieron absolver a Gladys Galindo por falta de pruebas y condenar a Ramiro Rosales a 6 años y 6 meses de prisión. En tanto que los otros 3 acusados recibieron penas menores a 5 años.

El fallo causó desolación e indignación entre familiares y amigos de la víctima. Varios de ellos estuvieron en la sala donde se dio a conocer la sentencia que los dejó desconsolados.

“Le pusieron precio a la muerte de mi hijo, pero la familia Herrera no se vende», afirmó María Elena, mamá de Jonathan, con la sensación amarga de que faltó justicia.

Las fuertes críticas al tribunal fueron una constante en el relato de los allegados a las víctimas. “El juez de la causa es un sin vergüenza, pero vamos a seguir peleando, le vamos a dar una lucha más fuerte», enfatizó la mujer.

En coincidencia, Julieta, hermana de la víctima aseguró que “no terminó acá. Esto recién empieza y todos la van a pagar. Porque está más que claro que a Jonathan lo mató la policía. Vamos a ir contra jueces fiscales y abogados. La van a pagar todos».

«Quisieron cerrar el juicio abreviado y no pudieron, me ofrecieron plata para callarme y me echaron del barrio amenazada. No nos vamos a acostumbrar a esto y exigimos que se haga justicia», agregó la joven, mientras trataba de consolar a su madre.

«Nunca permitan que nadie les diga cuánto valen sus hijos o hermanos. Nunca permitan que nadie les calle la boca. Les pido que no crean que no se logró nada. Por toda esta gente que está acá, obvio que si logramos», concluyó.