Lejos de la gran ciudad, en medio de quintas, una vegetación exuberante y a la vera del río Paraná, se levantan escuelas isleñas. Lugares paradisíacos que viven una difícil realidad, y donde los docentes deben afrontar el gran desafío de preparar a niños y niñas con lo poco que tienen a mano. Las necesidades de estos establecimientos son muchas, pero las ganas de educar y la vocación de servicio son aún mayores.

Soledad, abandono, desarraigo, precariedades; pero también pasión, compromiso y apoyo familiar, se conjugan para que cientos de chicos y chicas, y algunos maestros recorran varios kilómetros en lancha con un único objetivo: estudiar.

Por ello, este domingo se realizó una gran movida solidaria para transformar ese complejo escenario. Sindicatos, prefectura, organizaciones sociales y comunidad en general, colaboraron con todo tipo de donaciones para mejorar el día a día de instituciones educativas de la isla El Espinillo.

Útiles, bancos, comida, ropa y agua mineral fueron algunos de los elementos trasladados en lancha, y que fueron entregados en los establecimientos este domingo por la mañana.