La firma Cresta Roja volvió a incumplir el pago a los trabajadores y le cerró los portones para que no pudieran protestar con una medida de fuerza.

Esta es la empresa que fue elegida por el macrismo para demostrar el “Sí, se puede” y encarar lo que sería un proceso de reactivación. Sin embargo, la jugada salió mal y sólo evidencia las complejidades que vive la industria por estas horas.

En ese contexto y a casi un año y medio de su resurrección cambista, Cresta Roja vuelve a estar paralizada, en esta oportunidad por un “lockout” patronal que deja a los empleados fuera de la planta.

Portones de acceso cerrados

Este miércoles, al llegar a la planta número uno, los operarios encontraron los portones cerrados. “Estamos ante una nueva extorsión patronal que bajo el fantasma de cierre intenta quebrar las medidas de lucha legitimas de los trabajadores”, informaron desde la protesta al portal ANRed.

Explicaron también que “después de incumplir las instancias formales, la empresa sigue sin pagar la indemnización ya con fechas vencidas y postergadas muchas veces, los empleados de planta 1 decidimos laburar a reglamento el lunes pasado, con la mitad de la producción por día, y hoy miércoles cuando llegamos a realizar nuestras tareas nos encontramos con los portones cerrados.

“La respuesta de la gerencia –agregaron– es que no le sirve la mitad de la producción y tomó esa decisión y nosotros, por nuestra parte, seguimos con la medida de fuerza a esperar la respuesta de nuestra indemnización”, añadieron.

“Queremos trabajar, que cumplan con lo pactado en los pagos y que abran el turno tarde para que entren los compañeros no reincorporados “, concluyeron.