En el marco del remate del primer lote de soja del año, una multisectorial que reúne diversas organizaciones sociales y políticas que se oponen al modelo de producción agroindustrial realizó un escrache al acostumbrado acto en el que se inaugura formalmente la comercialización de granos esta vez de la campaña 2016-2017.

«Este acto simbólico, al que concurren empresarios agroexportadores y especuladores financieros y, en el que desfilan dirigentes políticos y funcionarios de distinta pertenencia partidaria, como así también representantes de los distintos niveles del Estado (nacional, provincial y local), expresa la profundización de un modelo basado en el saqueo y mercantilización de nuestros bienes comunes para su posterior exportación a los mercados internacionales», reza el facebook de Hambre Soja, que nuclea a organismos de derechos humanes, gremiales y organizaciones de raíz política, y que convocaron esta mañana a participar de las diversas actividades frente a las puertas de la Bolsa de Comercio.

En diálogo con Conclusión, el abogado Norberto Olivares, representante del movimiento MAIZ, manifestó: «Esto es un escrache al remate del primer lote de soja como paradigma, como símbolo de un modelo productivo que nosotros cuestionamos de cabo a rabo, que se trata de un modelo extractivista, que genera una descomunal concentración de la tierra, que en los últimos 20 años ha sido obscena en la Argentina, y que forman parte del negocio de cuatro o cinco familias… y son cuatro o cinco las multinacionales que tienen todo el paquete agrotecnológico para la producción de cereales en nuestro país, esa es la concentración también. Este modelo provoca la expulsión de los habitantes de los pueblos originarios de muchos sectores de nuestro país de sus tierras, genera criminalización a los que se oponen y se plantan contra él y genera tremendas consecuencias, tanto climáticas como sobre la salud. Eso lo vemos en los cientos de pueblos invadidos por el cáncer, alergias, enfermedades diversas. Es decir, es tan global, tan integral el daño que ocasiona este modelo sojero que lo menos que podemos hacer es venir a impugnarlo».

Olivares enfatizó que en la provincia de Santa Fe se hace apología de este modelo. «Si uno entra a la página de la provincia, encuentra una definición que dice que Santa Fe tiene una oportunidad histórica de incorporarse en el mundo en los próximos 20 o 30 años al calor de este modelo productivo. O sea que lo avalan, lo aplauden y lo defienden institucionalmente. O sea que para ellos no existe otra alternativa que no sea la siembra directa, el uso indiscriminado de agrotóxicos, la privatización de los paquetes tecnológicos y de la semillas… Este modelo ha provocado y va a provocar tremendas consecuencias», cerró el letrado.

Desde la multisectorial repudian el modelo extractivo y lo responsabilizan por los problemas de las inundaciones que viene sufriendo toda la Pampa Húmeda y la provincia de Santa Fe. Asimismo, ponen el acento en que «el 90% de la soja que se produce está modificada genéticamente y son millones de litros de agrotóxicos los que se utilizan para su producción y que matan todo lo que hay a su alrededor».