El papa Francisco sorprendió doblemente ayer domingo anunciando la creación de cinco nuevos cardenales electores e incluyendo entre ellos al obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez (74 años), principal impulsor de la causa de santidad (canonización) del obispo mártir salvadoreño beato Oscar Romero de quien fuera un estrecho colaborador. El Papa hizo el anuncio personalmente hablando desde la ventana de su oficina romana y subrayando la importancia de la internacionalidad del colegio cardenalicio. “La proveniencia de diversas partes del mundo manifiesta la catolicidad de la Iglesia difundida sobre toda la tierra”, dijo Francisco.

Gregorio Rosa Chávez, el nuevo cardenal salvadoreño, tiene una historia muy particular. Periodista de profesión (es licenciado en comunicación social por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica), fue un cercano colaborador del obispo mártir salvadoreño Oscar Romero a quien el Papa convirtió en beato (un paso anterior a la santidad) el año anterior. Rosa Chávez ha sido el principal promotor de la causa de canonización de Romero y, también por ese motivo, sufrió exclusiones y marginaciones en el interior de la propia iglesia. Actualmente preside Cáritas, la organización asistencial de la Iglesia, en América latina y el Caribe, y con anterioridad ocupó varios cargos relacionados con la comunicación social en el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).