El de Nicole Aubrey a mediados de la década del ’50 tuvo lugar el primer exorcismo moderno documentado. Ocurrió en una localidad francesa llamada Laon.

Fue la primera posesión demoníaca documentada por médicos, sociedad e Iglesia y data del año 1565-66, en una localidad francesa llamada Laon.

Tuvo lugar en presencia de más de 150.000 personas: de autoridades eclesiásticas y civiles, de protestantes y católicos por igual.

La posesión tuvo lugar entre el ocho de noviembre de 1565, y se prolongó hasta el ocho de febrero de 1566.

En el momento, se decidió atarla al altar principal y el mismo obispo se dispuso al exorcismo. Durante ese tiempo, ella se quedaba rígida, y los asistentes, para comprobar que no mentía, le pinchaban agujas por el cuerpo y la palpaban. Las crónicas hablan de verla levitar, y confesar pecados secretos de los asistentes, para avergonzarlos.

El ritual terminó con la comunión de la hostia sagrada, que expulsó a Belcebú, el demonio que se le había metido dentro, junto a otros 29. Es la primera posesión de Belcebú de la que se tenga noticia, la primera vez que este demonio es nombrado en rituales así.

Nicole terminó el exorcismo destrozada físicamente, incluso con huesos rotos y heridas graves, y para colmo, 9 meses después dio a luz. No fue la última vez que sería poseída, volvió a estarlo 11 años después, pero aquella ocasión no se convirtió en espectáculo y no se tienen registros de ello.

Este exorcismo se ha llevado a cabo en medio del fervoroso enfrentamiento entre católicos y protestantes. Dios hizo uso de su archi-enemigo, el diablo, para probar la Real Presencia, lo cual denunció la apostasía de Lutero en la abolición de la misa y negar la presencia real de Jesuscristo en la eucaristía.