El atentado en Manchester marca “una línea divisoria en la manera en la que el terrorismo lleva a cabo sus ataques”, ya que el estadio de la ciudad estaba llena de adolescentes e incluso niños, para el recital de Ariana Grande.

Así lo indicó Beatrice Toro, especialista en Psicología Comunitaria de la Universidad Auxiluim de Roma, al recordar que “hasta ahora, los jóvenes, adolescentes y niños no habían sido golpeados nunca, nunca habían sido un blanco”.

“Hacer un atentado durante un concierto de Ariana Grande, la cantante ídolo de los chicos, significa llevar a cabo una masacre contra los más débiles, es algo que cambia los parámetros del terror”, afirma la docente.

El impacto que una acción como ésta pueda tener a nivel psicológico es muy alto, ya que “marca una diferencia para los adultos, porque saben que quienes pueden afrontar un riesgo directo son los hijos, los más pequeños, que a su vez pueden llegar a desarrollar un sentido de importancia total”, continúa la experta.