El sanatorio los Nuevos Ayres, ubicado en calle Pellegrini al 1300, continua funcionado aunque transita una situación crítica, ya que después de que el Pami decidiera retirarle las 12 mil cápitas correspondientes a sus afiliados, en mayo del año pasado, perdió la mayoría de sus pacientes y casi no hay actividad. Desde entonces, el sanatorio, que está gerenciado por la Cooperativa Argentina de Medicina Integral (Cami), transita un proceso de crisis en los tribunales provinciales.

Los trabajadores nucleados en la Asociación de Trabajadores de la Sanidad de Rosario y el sur provincial (Atsa Rosario) presentarán un informe sobre como es el presente del centro asistencial y expondrán las dificultades por las que atraviesan sus empleados, quienes ante la falta de actividad de la institución, no cobran los sueldos como corresponde, y están sin aportes jubilatorios ni obra social.

En el marco de esta situación que transitan sus empleados, quienes son en el eslabón más perjudicado, estos realizaron una protesta en la que manifestaron su descontento y desesperación, «Hace un año que estamos trabajando, y cobramos en porcentaje, el 2016 no cobramos nada de mayo a diciembre, y en lo que va del año sólo nos abonaron el 45% del sueldo de marzo. Y como viene la situación vemos que no hay mas nada para facturar, por ende no hay para cobrar», expresó uno de los trabajadores en la manifestación.

Según explicó otra de las trabajadoras presentes, desde que la institución médica fue tomada por la empresa SRL acción médica, todo se volvió una incertidumbre: «Lo que pedimos es que por favor se realice una investigación de como fue el traspaso nuestro, porque no existen seguros, no existen avales, y esta empresa nueva está sin pagar los sueldos en tiempo y forma, y tampoco están trayendo trabajo», y agregó: «La situación es desesperante, el sanatorio no puede seguir abierto, los empleados no cobran, no hay plata para insumos, no vienen pacientes, no hay obras sociales nuevas, las pocas obras sociales que trabajaban se fueron».

El principal reclamo de quienes trabajan en la institución es preservar los puestos de trabajo: «Voluntad y ganas de trabajar hay, porque hace un año que estamos viniendo sin cobrar» expresó y añadió que para quien este interesado en invertir en el sanatorio, este ya se encuentra equipado «hay 62 camas que se pueden habitar, hay enfermeros, hay médicos, hay todo».  «No nos interesa quienes son los oferentes, pero queremos que sea una condición mantener la fuente».

El diputado provincial, Carlos Del Frade, quien estuvo presente en el reclamo expresó la necesidad de que se clarifiquen las derivaciones que padeció la empresa desde que fue creada: “Yo lo que creo que en los últimos 20 años en la ciudad de Rosario, lo que se define como empresario de la salud privada, muchas veces tienen mas que ver con negocios turbios que se hacen gracias a la capacidad y a la fuerza de trabajo de los enfermeros y médicos».

En ese sentido, también criticó el funcionamiento del poder judicial, «La Justicia tampoco ayuda mucho, habrá que investigan también eso. También que va a pasar con los trabajadores que es una consecuencia de esos negocios que lavan sus dineros gracias al laburo de la gente»; y concluyó «Lo cierto y concreto es que a los trabajadores hace meses que no les pagan bien, y este dolor de la gente es directamente proporcional a la libertad que tienen los empresarios de hacer cualquier tipo de negocios».