Por José Odisio

La Copa Argentina es un torneo que los equipos ponen como objetivo desde hace varios años. El pasaje a la Libertadores, el premio económico, la posibilidad de sumar un título y la chance de jugar la Recopa Argentina son incentivos suficientes para darle valor al torneo. Pero en el Parque se la mira de reojo. No por restarle importancia. La realidad es que la Lepra nunca pudo hacer pie en este torneo y siempre quedó eliminado con rivales de menor categorìa. Ni siquiera en cinco ediciones pudo superar los octavos de final y enfrentar a un equipo de Primera.

Patronato, Talleres en dos ocasiones cuando estaba en el ascenso, Chacarita y Deportivo Morón fueron los anteriores verdugos leprosos. Apenas hubo dos triunfos: Deportivo Armenio y el humilde Sansinena. Entonces, enfrentar a Central Norte, un equipo que milita el Torneo Federal B, no permite en la prrevia pensar que es sólo un trámite. Debería serlo, es cierto. Pero la historia de Newell’s en el torneo y el presente con crisis externa que provocó la salida de Osella obligan a tener mayor cautela. La Lepra debe ganar, está obligado, pero para hacerlo primero deberá sacarse de encima sus propios miedos.

Vojvoda no quiso cambiar profundamente desde lo táctico. No hacía falta. Newell’s está quinto en el torneo y llegó a ese sitio con un esquema y una forma de juego que más allá de altibajos dio resultado. Pero por «necesidad y gusto» como el propio DT interino confesó, pondrá en cancha varios nombres no habituales, y el equipo tendrá un aire renovado de juveniles que el técnico conoce y confía le pueden dar otra impronta.

Adentro Milton Valenzuela, Brain Rivero, Jalil Elías, para sumarse a Escobar y Fertoli, y así tener medio equipo de pibes que Vojvoda conoce muy bien de la reserva. Y por si acaso en el banco estarán Matías Tissera, Maxi Ribero y tal vez Lisandro Martínez o Rotondi, para sumar más presencia joven. Obviamente el peso recaerá en los experimentados, Maxi, Nacho, el Gato, Moiraghi y Pocrnjic serán la columna donde se apoyará el equipo esta noche. Y Formiliano, que sabe que se va en junio, deberá demostrar si quiere jugar los últimos tres partidos del torneo o prefiere armar la valija antes.

Ganar o perder no será lo mismo. Newell’s necesita una victoria para dejar atrás rápidamente una crisis externa que afectó lo deportivo. Y a una semana de afrontar una recta final decisiva en el torneo local, un triunfo podría ser el envión anímico necesario para conseguir el pasaje a La Libertadores. Pero no deberá confiarse. El maleficio de la Copa Argentina merodea el Parque como en cada edición. Habrá que romperlo.