Por Andrea San Esteban

Detrás de la venta de tierras a empresas o individuos extranjeros está la entrega de soberanía de Argentina, como la desaparición de los pueblos originarios, el alambrado que incluye lagos privatizados y hasta la imposibilidad del pastoreo de animales. Joe Lewis, un magnate inglés que se apropió de tierras fiscales y de Lago Escondido en el sur, posee la séptima fortuna del Reino Unido y 200 empresas. Dice ser el dueño de la Patagonia Argentina, ahora se sumaría China al negocio.

Vale recordar que el presidente Mauricio Macri modificó la Ley de Tierras para facilitar la venta a extranjeros. Situación que es prácticamente improbable en otros países que cuidan su territorio. A través del decreto 820, el gobierno modificó los puntos principales de la Ley N° 29.737, aprobada a fines de 2011 y abrió la posibilidad para que capitales extranjeros tengan más facilidades a la hora de comprar.

La entrega de patrimonio argentino en tierras no se da sólo en el sur. Los datos del último relevamiento de tierras rurales, del año 2013, indican que “hay un total de 16.253.279 hectáreas (6,09% de la superficie total) en manos de extranjeros, más de un millón de las cuales corresponden a empresas radicadas en paraísos fiscales. Antigua y Barbuda, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Luxemburgo, Emiratos Árabes Unidos, Andorra, Liechtenstein y la República Oriental del Uruguay que amparan a compañías que en Argentina poseen 1.113.654,85 hectáreas, la mensuración es igual a 55 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires”.

Chaco salteño

En el relevamiento realizado por la catedrática María Vallejos, quien es docente de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), da cuenta de la perdida de tierras en el Chaco por las comunidades aborígenes.

Clarifica que en el “chaco salteño perdieron el 21% de la superficie que tradicionalmente utilizaban para cazar, criar ganado y recolectar alimentos”. El perjuicio en los bosques impactó en la calidad de vida del 64% de las comunidades estudiadas. Los pueblos más afectados fueron los ubicados en los departamentos donde más avanzó la agricultura.

Otra vez soja

María Vallejos sostiene que “la región chaqueña es el lugar de la Argentina con más conflictos por el uso del suelo y agregó que los empresarios y productores que desmontan para establecer la producción extensiva, aprovechan el potencial productivo de las tierras, los incentivos del mercado internacional de granos y, sobre todo, la ausencia o debilidad de políticas de protección y conservación del ambiente”.

Continúa el informe que «luego de la Ley de Bosques, muchos capitales argentinos están empezando a invertir en Paraguay, en donde el control es menor. Incluso, existen inversiones argentinas en África para producir soja”.

Macri y sus amigos

En conferencia de prensa, a comienzos del este año, Mauricio Macri, ante las quejas de los habitantes de la zona de Lago Escondido, que sostenían que Lewis amenazaba a la población, que se apropiaba cada vez mas de tierras fiscales, los defendió diciendo: «Él compró a dueños privados un campo, lo desarrolló, vive un par de meses al año ahí, da trabajo a un montón de gente, sigue invirtiendo para que el campo sea sustentable», y agregó que no entiende «esta sistemática búsqueda de agredirlo».

Se manifestó molesto por las críticas que recibe su amigo Joe (hospeda al presidente y le presta su helicóptero cuando está en el sur) y manifestó: Lewis es «alguien que eligió la Argentina para vivir unos años, que no nos pide nada, que desarrolló ese campo, dio trabajo». «Esa parte no la logro comprender».

Macri y su tour a China

Si algo faltaba era la concesión de tierras a China. Macri dijo que “la iniciativa de China es una oportunidad que no queremos dejar pasar”. En la alocución en su reciente viaje a Emiratos Árabes y a los países asiáticos, propuso al gobierno chino interactuar con la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana, foro de diálogo entre los 12 países de Sudamérica nacido en 2000 para analizar la planificación y el desarrollo de infraestructura regional de transporte, energía y telecomunicaciones. Contó con el apoyo técnico y financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).

“Tenemos interés en que una franja, una ruta se articule, para impulsar entre nuestras regiones la clave del siglo XXI: la conectividad”, dijo el mandatario argentino.