Jujuy es una de las seis provincias que forman parte de un plan piloto que tiene por objeto la restauración de áreas degradadas por incendios forestales ocurridos en 2012 y 2013 y en donde se buscará plantar unas 10.000 árboles nativos en la cuenca de Caimancito, en el departamento Ledesma.

“A raíz de esos incendios se vieron afectadas todas las especies pero lo que más se siente son aquellas de interés maderable como cedro, lapacho, tipa blanca, quina, palo blanco y palo amarillo, todas especies de la selva pedemontana jujeña”, dijo hoy a Télam José Minetti, director de la Estación Experimental de Cultivos Tropicales del INTA Yuto.

La experiencia piloto comenzó este mes para lo cual se conformó una mesa “tripartita” de gestión, integrada por el ministerio de Ambiente provincial, la Asociación Foresto Industrial de Jujuy (Afijuy) y la Estación Expertimental de Yuto que es la encargada de la ejecución técnica del proyecto.

El trabajo se va a desarrollar en tres fincas de productores la cuenca de Caimancito, en un área circunscripta del Departamento Ledesma al este de Jujuy y que comprende 25.000 hectáreas de bosques que fueron arrasaron por el fuego en 2012 y 2013.

“El proyecto de restauración se basó sobre el hecho consumado del incendio sin tener la información de la causa. Por eso se va a impulsar la conformación de un consorcio de productores para la prevención y lucha contra incendios”, explicó Minetti.

Una de las finalidades que tendrá el proyecto piloto de restauración es cerrar parcelas de 5 o 10 hectáreas para permitir la realización de prácticas de manejo de bosques y evitar que ingrese el ganado mayor.

“Se busca tenerlos aislados de la actividad ganadera y así poder enriquecer con plantaciones e importar semillas para que la zona vuelva a tener su estructura normal antes del incendio”, indicó.

Actualmente se están dimensionando los ensayos en las fincas, y hay un diagnóstico sobre áreas incendiadas perteneciente a tres productores, con un trabajo de liberación de árboles que no hayan sido afectados por el fuego.

Se calcula que entre enero y febrero de 2018 se van a plantar unas 10.000 árboles nativos que se van a producir en el vivero de la cooperadora del INTA en Jujuy.

Se van a restauras las mismas especies que fueron afectadas, y se realizarán ensayos de producción de plantas nativas y el cultivo en los bosques degradados.

Además se tendrá una medición de resultados para la obtención de datos de experimentación concretos que permitan desarrollar recomendaciones técnicas a otros productores.

«La finalidad es que se puedan recuperar sus servicios ambientales y producción forestal», añadió.

Misiones, Santiago del Estero, San Luis, Córdoba , Mendoza y Jujuy son las provincias que forman del programa.

El proyecto en Jujuy tiene costo total de 1.400.000 pesos aportados por el gobierno nacional y administrados por la fundación Argeninta.

Estas acciones de restauración pueden incrementar la capacidad forestal para la captación de carbono y está en consonancia con el programa «Jujuy Verde: Carbono Neutral 2030» que además benefician los medios de vida de comunidades dependientes del bosque, favoreciendo la conservación de la biodiversidad y el control de la erosión del suelo.

“Todo esto forma parte de un sistema de gestión de una cuenca forestal en la provincia, que se corresponde con una línea de proyectos fijados como prioritarios de Nación”, subrayó por su parte el secretario de Desarrollo Sustentable del Ministerio de Ambiente de Jujuy, Antonio Alejo.