Al menos 24 muertos y 42 heridos, todos civiles, causó un atentado suicida ejecutado hoy por talibanes con un vehículo cargado de explosivos en Kabul, cerca de la vivienda del vice primer ministro de Afganistán, Mohamad Mohaqiq.

Los talibanes reivindicaron el atentado, que según los insurgentes, estuvo dirigido contra miembros de los servicios de inteligencia.

Zabihullah Mujahid, portavoz de los insurgentes dijo en un comunicado que el objetivo eran dos microbuses con «interrogadores» de los servicios de inteligencia afganos, y en el texto aclaró que en el ataque «con un coche repleto de potentes explosivos» murieron 37 de ellos.

La explosión, que sacudió en la mañana a la capital afgana, ocurrió en una calle próxima a un área residencial donde viven funcionarios, poco antes de las 07:00, (23:30, hora en Argentina), en una calle en el Distrito Policial 3 en el oeste de Kabul, afirmó el portavoz del Ministerio del Interior, Najib Danish, citado por Tolo News y EFE.

Además, el funcionario confirmó en su página oficial de la red social Facebook, que al menos 24 personas murieron y 42 resultaron heridas, «todas ellas civiles».

Según Danish, en el lugar de la explosión tres vehículos y 15 negocios también quedaron muy dañados.

Kabul soportó los últimos meses graves atentados, entre ellos el del 31 de mayo con un camión cargado de explosivos, en el que fallecieron 150 personas y más de 300 resultaron heridas.

Por su parte, la misión de la ONU en Afganistán anunció la semana pasada que el conflicto marcó un nuevo récord de muertes de civiles, con 1.662 víctimas fatales en los primeros seis meses del año, un 2% más que en 2016, incluido un aumento de muertes de niños y de mujeres del 9% y 23%, respectivamente.

Desde que empezó a contabilizar las víctimas civiles del conflicto afgano en enero de 2009, la ONU informó de la muerte de 26.500 civiles y de 49.000 heridos.