Uno de los acusados de ser cabecilla de la banda que, según la investigación, vendió facturas truchas a cerca de 6.500 empresas prestó declaración indagatoria este martes ante el juez federal Carlos Vera Barros y quedó detenido.

Se trata de Ricardo Astudillo, quien desde los allanamientos de la semana pasada se encontraba en detención domiciliaria por cuestiones de salud. Esa situación era seguida de cerca por el Juzgado Federal N°3, a donde finalmente fue trasladado para presentarse ante el juez Carlos Vera Barros, informó en Radio 2 el periodista Hernán Funes.

Los primeros datos en relación a la causa, indican que el acusado “era coordinador y administrador de los recursos humanos, materiales y técnicos necesarios para la creación de las empresas que emitían las facturas electrónicas o manuales que fueron vendidas a unas empresas o personas físicas, con el fin de evadir impuestos”.

Se estima que la organización defraudó al Estado Nacional por más de 2.500 millones de pesos en impuestos.

Los acusados de integrar la asociación son Zeballos, Astudillo y Ottaviano, junto a Miguel Centeno, Lelio Serafini y Marcelo Liporaci. Todos fueron imputados en el Juzgado Federal N°3 en el marco de una asociación ilícita tributaria, y acusados de “conformar un grupo destinado a la creación de empresas y a la comercialización de facturas electrónicas y manuales”.

El magistrado determinó que todos permanezcan detenidos hasta tanto se resuelva su situación procesal. La Afip también se constituirá como querellante en la causa.