Una mezcla de rivalidad histórica, religiosa y terrorismo de ambas naciones, centrada en la disputa territorial por la región de Cachemira, dividida entre ambas naciones, son las causas de un conflicto que viene de hace décadas entre India y Pakistán.

Desde 1947 los dos países han librado cuatro guerras fronterizas y han vivido en un alto grado de tensión. La problemática se agrava por la involucración de China que comparte una extensa frontera con India y Pakistán y mantiene bajo su control parte del territorio en disputa.

Aunque el conflicto se centra principalmente entre Nueva Delhi e Islamabad, Pekín ha incrementado su cooperación económica y militar con la nación musulmana.

El ex general de brigada del Ejército de Pakistán, Feroz Khan, dijo que los líderes militares paquistaníes basan su doctrina nuclear en la estrategia de la Guerra Fría de la Otan. Frente a un Ejército indio con una capacidad numéricamente superior, Islamabad recurre a las armas nucleares.

Según señaló en el mismo foro el profesor titular del Instituto Tecnológico de Massachusetts y autor del libro “Estrategia nuclear en la era moderna: potencias regionales y conflicto internacional”, Vipin Narang Pakistán ha estado utilizando su escudo nuclear para cubrir e incluso apoyar a grupos terroristas en el interior de la India.

Entre los más importantes se encuentran el ataque al Parlamento de la India en 2001 y el asedio de Bombay en 2008, el que terminó con la vida de 174 personas. «Si hubiese ocurrido un ataque similar en territorio estadounidense, habrían acabado con un Estado», opinó Narang.

Según señaló el ex asesor de Seguridad Nacional indio Shivshankar Menon: «La India difícilmente se arriesgaría a dar a Pakistán la oportunidad de realizar un ataque nuclear masivo”. Ya que los líderes indios consideran cómo reaccionaría China, el tercer actor del triángulo nuclear asiático.