El Papa Francisco estuvo en la ciudad portuguesa de Fátima el pasado 12 y 13 de mayo. A pesar de no haber sufrido inconvenientes, recientemente trascendió que su integridad física estuvo en peligro por un intento islamita de asesinarlo.

Es que un musulmán marroquí, casado con una bombera de Ourém, planeó un ataque contra el sumo pontífice durante su estadía en Fátima, que afortunadamente no tuvo éxito a la hora de llevar a cabo su ejecución.

Según trascendió, el complot de asesinato comenzó cuando el marroquí quiso infiltrarse en una ambulancia donde estaba su esposa, una bombera portuguesa, según informa el semanario Sun en su edición del sábado pasado.

El islamista hizo varias compras de materiales sospechosos, como nitratos, una sustancia utilizada regularmente para producir bombas artesanales. Sin saber que ya estaba siendo vigilado, el musulmán persuadió a su mujer, bombera portuguesa, a infiltrarse en la ambulancia que seguía de cerca al Papa en Fátima.

Aunque la misión del musulmán marroquí fracasó, ya que su acción fue neutralizada y finalmente fue enviado a Marruecos, su país de origen. En tanto que la mujer ha sido retirada del cuerpo de  los bomberos por tiempo desconocido.