Por Jorge Cuello.

Pronto la Argentina vivirá uno de los ritos sagrados que el mundo occidental demoliberal realiza  periódicamente para rendir culto al dios que llaman «Democracia».

Porque el liberalismo, que no solo es una teoría económica, sino fundamentalmente una doctrina al estilo religiosa laica, ha hecho realidad monstruos sagrados salidos de algunas cabezas pensantes, que por sus frutos resultaron más parecidas a demonios que hombres. Y la sacralidad de esos monstruos exigen sacrificios humanos en primer lugar: invasiones en su nombre, masacres de Pueblos inocentes, saqueos de sus riquezas, en fin, infiernos que se desatan en su nombre. Y en segundo lugar, como toda religión, exige ritos cuidadosamente elaborados y cumplidos a rajatabla por gran parte de los humanos vivientes.

Uno de esos ritos sagrados es justamente «las elecciones»

En Argentina pronto de vivirá un festival de «votaciones». Si. Así la denominaron correctamente nuestros ancestros criollos, Padres Fundadores de nuestra Patria: VOTACIONES. No «elecciones». Puesto que uno no elige nada, simplemente vota por tal o cual sujeto, masculino o femenino, (da lo mismo), que el sistema pone en una boleta y nos obliga por ese medio a seleccionarlos como «nuestros representantes». Eso es lo que concretamente llaman «democracia». Todo lo demás es espectáculo previo, durante y post vacaciones. El mismo es fundamentalmente mediático y callejero, y es la forma que toma en los hechos el rito sagrado. Y aquellos que van felices a participar de él, son en realidad lo que en otras religiones los denominamos fieles o devotos. Confesemos también que es difícil escapar a la seducción de estos acontecimientos culturales, muy inculcados en lo profundo de nuestras mentes.

El próximo rito bianual es el conocido como «PASO». Y tal como viene desarrollándose la actividad política y partidista preparatoria, el festival-ritual que se avecina es en verdad un «Paso peligroso» para la Nación y su Pueblo.

Porque tales preparativos está dejando al descubierto la onda y oscura decadencia del peronismo, carente de dirigentes talla, ni jóvenes prometedores. Aparecen nuevamente como hace dos años, la estupidización de las masas ya a niveles  profundo de la inteligencia colectiva, y peligrosos reacomodamientos de esos sujetos (hombres y mujeres, le aclaro a los progres) llamados «dirigentes», que son los que en realidad (nunca la población sabe por qué) tienen en sus manos las decisiones de las estructuras políticas del monstruo sagrado. A esta altura, el «demos» ya está dejado de lado.

En medio de este maremágnum de decadencia es preocupante el desarrollo de la interna peronista. Porque las jugadas, traiciones, compra y ventas de «dirigentes», en fin, porque tal como se desarrolla este proceso, han obligado a Cristina Fernández de Kirchner postularse por fuera del peronismo. Este es el quid de la cuestión. Me pregunto ¿no será este un movimiento tipo «huevo de serpiente socialdemócrata?.

Pues no se trata de cualquier dirigente, sino de la más importante dirigente del Movimiento de Perón. Justo es reconocer que desde la muerte del General, el movimiento Peronista no tuvo a su frente a una persona con las cualidades, excepcionales en nuestro país, de esta Señora. Supo amalgamar peronismo y lo que creo yo es su íntimo sentir político: el progresismo. han sido, el matrimonio Kirchner me refiero, maestros en esto. Pero ahora por las circunstancias, o los planes de los poderes mundiales, vaya uno a saber, la tenemos actuando fuera del Justicialismo, en una corriente política propia, armada a su sombra y medida, para impulsarla a la senaduría de la Provincia de Buenos Aires y, con toda seguridad, a la Presidencia de la Nación en 2019.

Puede que esta maniobra sea una cuestión meramente electoral. Pero se da en una marco de dispersión del Movimiento Sindical, columna vertebral innegable del peronismo, de dispersión del mismísimo concepto y conciencia colectiva de «que cosa es el peronismo», situación que permite que haya varios frentes electorales que se dicen «peronistas», aunque todos sabemos que ninguno lo es, agravado el panorama por la inoperancia, intereses personales y limitaciones mentales de quienes conducen el Partido o Rama Política Institucionalizada.

Si no leo mal la realidad, puede que se estaría abriendo caminos que conducen a la tan ansiada socialdemocracia argentina. Aquella que no pudieron armar Alfonsín y el Chacho Álvarez, tampoco Binner, cuyo partido no pasa de la provincia de Santa Fe.

Ese es el peligro que, cuan sombras sombras ávidas de materia, se oculta entre bambalinas de este escenario que recién comienza a correr sus cortinados. De consolidarse el polo político de Cristina, sin duda debilitará aún más al peronismo, pero irremediablemente se transformarían en el por lo socialdemócrata argentino por excelencia, con muchas posibilidades  de encolumnar en ese espacio a todo el espectro progresista nativo, Partido Socialista de Binner incluido, La maniobra novedosa es que de tener éxito arrastrará también al Peronismo a jugar bajo las faldas de la caudilla sureña pero en un polo donde el Partido de Perón solo uno más, y no el rector y conductor.

Veremos que designios tiene Dios al respecto.

Pronto los sacerdotes subirán al altar mayor y comenzará la adoración al dios laico. Se desatará el vértigo, la emoción y las esperanzas que genera su culto. Pero solo los años venideros podrán develar si las sombras de las socialdemocracia toman cuerpo y se hacen realidad , o todo no habrá pasado de ser una mera jugada electoral de la señora Cristina Fernández de Kirchner.