En medio de una tensión generalizada, la oposición venezolana iniciará mañana una huelga general de 48 horas en protesta contra la elección a Constituyente convocada por el gobierno del presidente Nicolás Maduro para el próximo domingo y que rechazan la Casa Blanca y otros gobiernos de la región.

Caracas organizó los comicios para elegir una Asamblea Nacional Constituyente que modificará la actual Constitución en pos de un nuevo reordenamiento jurídico.

Maduro acusó al director de la CIA, Mike Pompeo, de «trabajar para derrocar al gobierno democrático de Venezuela y anunciar días oscuros para nuestro pueblo», mientras que su canciller, Samuel Moncada, vinculó a los ejecutivos de Colombia y de México en la instrumentación «de un complot con otros países para generar una desestabilización».

El mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, y el de México, Enrique Peña Nieto, negaron de plano e inmediatamente tales acusaciones, pero tanto la CIA como el presidente estadounidense, Donald Trump, permanecieron en silencio.

Dos propósitos sacaron a los venezolanos ayer de sus casas en una jornada laboral libre en ese país: protestar en los centros de votación contra las elecciones del domingo y abastecerse preventivamente de combustible y alimentos para el paro de dos días.

Mañana y el jueves la oposición intentará detener toda actividad en las calles del país para presionar a Maduro a que retire la Constituyente.

Ante esta convocatoria, las estaciones de servicio fueron escenario de largas filas de autos abasteciendo combustible.

Numerosos supermercados de Caracas cerrarán hoy con más estanterías vacías de lo habitual, después de que muchos habitantes hicieran acopio de alimentos y otros productos básicos.

La Embajada de Estados Unidos en Venezuela pidió a sus ciudadanos tomar medidas «preparatorias apropiadas» de cara al paro cívico e instó a evitar las zonas donde se desarrollan diariamente manifestaciones antigubernamentales.

«Aconsejamos tomar las medidas preparatorias apropiadas, incluyendo recolectar suficiente comida y agua por 72 horas», informó la Embajada en su portal web, según la agencia de noticias EFE y medios locales.

La oposición ya bloqueó ciudades de todo el país el pasado jueves, con un paro de 24 horas en el que se cortó el tráfico en numerosas calles y avenidas, en una jornada durante la cual murieron cinco personas y más de 360 fueron detenidas.

Además, y como parte de la agenda de protestas de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en rechazo a la Constituyente, decenas de opositores venezolanos acudieron ayer con pancartas a los centros de votación previstos para las elecciones de este proceso el próximo domingo.

Grupos de vecinos empapelaron las paredes de estos recintos con lemas contra el «fraude constituyente» y llamadas a la renuncia de Maduro.

«Aquí no se vota», decían varios carteles en una escuela en el centro de Caracas.

Uno de los objetivos del llamado «pancartazo» fue exigir a los militares encargados de custodiar los procesos electorales del país que no apoyen esta convocatoria de redactar un nuevo ordenamiento jurídico.

Además de esta protesta, la MUD realizó ayer una jornada conmemorativa de las al menos cien víctimas mortales registradas durante las protestas que iniciaron el 1 de abril.

Por su parte, el jefe de campaña oficialista para los comicios de la Constituyente Héctor Rodríguez invitó al «pueblo opositor» a distanciarse de la «violencia» y el boicot a la Constituyente, y a participar el 30 de julio en la elección de este proceso.