La producción de petróleo, gas y la refinación de combustibles listos para el consumo cayó en el primer semestre, respecto del mismo período del año pasado, señaló hoy un informe privado.
La actividad petrolera, medida por la cantidad de pozos perforados, cayó 18% anual entre enero y junio, según datos publicados por el ministerio de Energía y Minería.
Si la comparación es realizada contra el primer semestre de 2015, este año se ha perforado un 33% menos, indicó el Centro de Estudios de Servicios Públicos y Privados (Cespup).
Asimismo, la producción de gas disminuyó 1% y la de petróleo tuvo un retroceso del 8% mientras que las refinerías produjeron 2% menos durante este período.
Las cuencas mostraron comportamientos diferentes, pero predominó el rojo: la perforación de pozos en el Golfo de San Jorge cayó 35% y en la Neuquina bajó 11%.
Esas dos principales cuencas concentran más del 90% de la actividad de perforación en Argentina.
Entre las dos cuencas restantes, la Cuyana repuntó 31% en perforación de pozos y la Austral se recuperó con 10 pozos en total, dice el balance de Cespup.
Cuando se analiza la producción de gas por cuenca, se observa que la Neuquina -cuya producción representa cerca del 60% del total del país- es la única que registró un alza del 1%.
Esto reflejaría un resultado del plan de estímulo para el gas no convencional, creado específicamente para esta cuenca, por Resolución MEyM 46/2017 en marzo de este año.
El resto de las cuencas presentan resultados negativos con caídas que van desde el 9% en la Noroeste hasta -1% en la del Golfo de San Jorge.
La caída de la actividad repercute sobre todo en la producción de crudo: las dos principales cuencas que representan cerca del 90% de la producción, Golfo de San Jorge y Cuenca Neuquina, cayeron 9% y 7%, respectivamente.
La en la actividad del upstream tiene su correlato con la tendencia registrada en el downstream (refinerías) con una caída del 2% del volumen de crudos procesados.
Eso se dio a pesar de las importaciones de crudo liviano llevadas a cabo por las principales refinerías del país durante el 2016 y 2017.
Si solo se toma el procesamiento de crudo local, la caída alcanza el 3% con respecto al año pasado y 8% en comparación con el primer semestre del 2015.
