El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, expuso ayer en el Precoloquio de Idea en Rosario donde afirmó que sigue firme la intención de seguir reduciendo las retenciones a la soja, hoy en 30 por ciento, desde enero del año próximo.

“Vamos a ir bajándolas a razón de 0.5 por ciento por mes, y 5 por ciento cada seis meses”, precisó el funcionario.

Vale recordar que la reducción en 5 puntos porcentuales de este impuesto fue una de las primeras medidas firmadas por el presidente Mauricio Macri y que el objetivo es llevarlas a 18 por ciento al terminar el mandato presidencial en 2019.

Esta reducción, junto a la quita del cepo que propicio la devaluación de un dólar que estaba claramente atrasado, permitieron al sector agroexportador ser uno de los pocos con balance positivo en un 2016 hiper recesivo y depresivo para la economía argentina.

Esta baja de retenciones, se condice con el discurso oficial de fomento al agro y “sacarle la pata de encima al campo” para fomentar la exportación. Pero complica por el lado de un déficit fiscal que crece y crece peligrosamente alcanzando niveles inusitados.

Dejar de percibir estos impuestos agudiza ese resultado, cociente entre ingresos y gastos del Tesoro Nacional.

El titular de la Afip, Alberto Abad, aclaró este panorama al asegurar que paso previo a avanzar con la reforma tributaria que impulsa el gobierno, será necesario bajar el gasto, en especial los subsidios.

De este modo se perfila un nuevo recorte subsidiario acompañada de baja de impuestos para sectores de altos ingresos, reeditando lo de 2015 para sellar una nueva transferencia millonaria de recursos.

El dólar deseado

El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, aseguró este jueves que si el valor del dólar se ubica «desde los 17 pesos para arriba» es «mejor» para el sector agroexportador, pero aclaró que debe haber un «equilibrio» con el poder adquisitivo del mercado interno.

Dijo que no hay que pensar la competitividad sólo por la vía del tipo de cambio sino también «a través de una baja de impuestos, una mejora en la logística, una disminución de la burocracia por parte del Estado», entre otros puntos.

Indicó que esos factores «se van corrigiendo estas cosas» y agregó que si bien el 60% de las exportaciones argentinas son del sector agroindustrial, el Gobierno tiene que «pensar en la globalidad de todos los sectores exportadores».

Por su puesto que para el sector exportador cualquier dólar que esté desde los 17 pesos para arriba, mejor. Eso es indudable. Porque ha habido una inflación y el tipo de cambio tiene que reflejar la variación del poder adquisitivo porque sino estaríamos haciendo un atrasado cambiario», dijo.

Pero aclaró que no es el Gobierno sino la sociedad la que va decidiendo con su accionar cuál es el tipo de cambio acorde al momento.

Buryaile desestimó que la suba del dólar del último mes se traslade a precios al considerar que «ya se va a empezar a notar la mejora del poder adquisitivo».

«Y si solo se pensara en sectores de la exportaciones sin tener en cuenta al mercado interno, uno podría decir que cuando más alto el dólar mejor. Pero nosotros no pensamos así», sostuvo el ministro macrista.

Aseguró que la administración Cambiemos piensa que la economía se rige por los que exportan y los que no, por el poder adquisitivo de la gente y por el equilibrio que hay que tener entre todos los factores.

«Entonces, hay que tratar de que estas variables jueguen en función a los intereses de todos los sectores», apuntó.