Poco después de la marcha de la CGT a Plaza de Mayo, el presidente Mauricio Macri despidió hoy dos funcionarios de su gobierno: uno fue el viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor, y el otro el superintendente de Servicios de Salud, Luis Scervino, un hombre ligado a la central obrera que se encargaba, entre otras cuestiones, de manejar las obras sociales sindicales.

Scervino había sido designado en el cargo pocos días después de la llegada de Macri a la Presidencia y su nombramiento había sido interpretado como un gesto hacia la CGT, al ubicar a una persona de confianza del secretario general de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, para el manejo de los fondos de las obras sociales gremiales.

De hecho, con Scervino en esa función, el Gobierno de Macri había aplacado el malestar de la central obrera al comenzar a devolver parte de la deuda de los millonarios fondos de las obras sociales, uno de los focos de conflicto que mantuvieron los sindicatos con el gobierno de Cristina Kirchner.

No obstante, la nueva movilización de la CGT contra su gestión hizo que Macri replanteara aquel guiño que había enviado a la central y decidiera remover al titular de la Superintendencia de Servicio de Salud, quien tenía una estrecha relación con Jose Luis Lingeri, quien a pesar de haber mantenido diálogos con la rosada dijo presente en Plaza de Mayo este martes y dijo a Conclusión: “habrá que trabajar en la reconstrucción del peronismo, que necesita una reestructuración. Hasta antes de las elecciones no va a haber una solución a lo que nosotros pedimos”.

Se desconoce si la decisión de Macri hará aplacar los movimientos de la CGT o, por el contrario, generará mayor confrontación de la central obrera contra su gobierno.

Por su parte, el líder del gremio de Canillitas, el moyanista Omar Plaini, lamentó la decisión presidencial: «Era un gran profesional, están sacando a un experto en Salud», sostuvo al ser consultado por el canal C5N sobre la salida Scervino.

Trascendió que el cargo será ocupado por Sandro Taricco, quien es ajeno a la CGT y se lo vincula con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
En la gestión de Scervino se habían devuelto algunas cuotas de la deuda con las obras sociales que la expresidenta Cristina Kirchner había retenido durante sus dos presidencias (la CGT la calculaba en unos 40 mil millones de pesos en total), pero su alejamiento ahora traería aparejada nuevas trabas en la devolución de esos fondos.