La investigadora Bárbara Peterson descubrió una patente de Monsanto centrada en la ingeniería genética de los cultivos.

¿Ingeniería con qué propósito? Pues por lo que parece, con el objetivo de superar la presencia destructiva de metales pesados como el aluminio o el bario en la tierra.

Estos son los metales que con frecuencia se han reportado en los chemtrails o estelas químicas rociadas a nivel mundial.

¿Monsanto piensa ofrecer una nueva serie de alimentos modificados, como respuesta a las estelas químicas?

Y si ese es el caso, ¿lo tenía planificado desde el principio?

Como informa Peterson, la patente de Monsanto está titulada, “plantas tolerantes al estrés y métodos de las mismas”. Tiene dos números de identificación. La solicitud de patente es 11/961962 y el número de patente es 7851676. La fecha de publicación es Diciembre 14, 2010.

Aquí hay un extracto explicativo de los objetivos de la patente:

“Las plantas creadas con ingeniería transgénica aquí expuestas, se caracterizan por la mejora de su tolerancia al estrés”

“La mejora de la tolerancia al estrés abiótico en plantas representaría una ventaja agronómica para los productores y permitiría el crecimiento y/o su germinación mejorada en casos de sequía, inundaciones, olas de calor, estrés Ultra Violeta, incrementos de ozono, lluvia ácida, contaminación, estrés salino, metales pesados, suelos mineralizados y otros tipos de estrés abiótico”

Las nuevas plantas transgénicas están específicamente diseñados para ser resistentes a los metales pesados, los cuales están presentes en las estelas químicas o chemtrails.

Por lo tanto, estas plantas están diseñadas, de forma clara, con el propósito de resistir todo tipo de contaminación.

A primera vista, esto puede parecer algo positivo y un gran avance.

Pero lo que realmente significa es: este alimento diseñado por las grandes corporaciones podrá alimentar a la gente en un mundo donde podrá ignorarse por completo la lucha por erradicar los tóxicos contaminantes.

Además, estos nuevos alimentos genéticamente modificados, si siguen el mismo patrón visto hasta ahora, serán bajos en nutrientes y requerirán de más fumigaciones de herbicidas tóxicos.

Una solución que puede ser peor que la enfermedad.

Lo que queda claro es el esquema que sigue esta maniobra:

Problema: las estelas químicas / Solución: Más alimentos genéticamente modificados

Este tipo de maniobra guarda muchos paralelismos con el funcionamiento de la medicina farmacéutica moderna:

Problema: la enfermedad (que a menudo es mal diagnosticada con fines egoístas) / Solución: prescribir medicamentos tóxicos.

En este caso, podríamos estar viendo el mismo tipo de patrón.

Primero se promueve la fumigación procedente de las estelas químicas, esparciendo y contaminando el suelo con metales pesados; entonces se crean nuevos alimentos creados genéticamente, que supuestamente resistirán los efectos de esos metales pesados.