En los primeros cinco meses de este año se presentó una caída del 1,5% en relación a igual período de 2016 en materia de gas natural entregado a todos los tipos de usuarios a nivel nacional, según datos de Enargas. Lo que representa la peor caída de los últimos siete años. Ya que en 2010 el descenso fue del 6 por ciento.

A raíz de estos datos, el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec) presentó un informe establece que “la retracción se dio principalmente por la fortísima caída en la demanda residencial, un 19% inferior a los primeros cinco meses del año pasado”.

Pero “el menor volumen demandado por los hogares argentinos fue prácticamente absorbido por las centrales termoeléctricas, que incrementaron su demanda en similares cantidades”, estima el centro de estudios.

“La coincidencia resulta sospechosa cuando se observa que el incremento promedio del precio del m3 vendido a las centrales eléctricas fijado por la administración neoliberal -luego del ajuste del Punto de Ingreso al Sistema del Transporte (Pist) de abril del corriente (en relación a 2015)- es el más elevado en comparación con los incrementos promedios para los sectores residencial y comercial/PyME/GNC”, describió el informe.

El consumo residencial registra la peor caída, con un 19%; sigue el sector del GNC, con un 11%, el comercial con un 8% y el industrial con un 0,2%, mientras que las centrales eléctricas crecieron un 8%.

Según el informe, solamente por las ventas de gas a las termoeléctricas y multiplicando por las diferencias del PIST entre 2015 y 2017, “el sector de la generación les permitirá embolsarse a las petroleras cerca de 1.362 millones de dólares adicionales”.