Por Enrique Genovar

Fueron muy pocos los entrenadores que en el pasado mercado pudieron elegir los refuerzos. Y salvo algunos nombres puntuales, Paolo Montero tuvo un libro de pases donde manejó a gusto el abanico de opciones que había no sólo en Argentina sino en países limítrofes como Chile y Uruguay. Pero, salvo Fernando Zampedri, los jugadores que llegaron están lejos de destacarse; es más, ni siquiera mostraron que son más de los que había en el plantel. Y el peor caso es el de Fernando Tobio que sólo fue una vez al banco y no sumó minutos.

Ahora depende del entrenador que los refuerzos funcionen como tal y los hinchas no extrañen cada vez más a los que se fueron. Montero tuvo la libertad de elección y ahora es él junto a su cuerpo técnico el encargado de sacar lo mejor de cada uno. La buena es que todavía falta mucho, pero el primer objetivo que es la Copa Argentina tendrá un partido clave en días nada más y será ante Boca, hoy el mejor equipo del fútbol argentino. Central necesita el aporte de los jugadores que llegaron en el corto plazo y es Montero quien debe hacer explotar a los jugadores que llegaron.

Tobio ni siquiera sumó minutos. Está claro que el hecho de no haber realizado la pretemporada le jugó en contra. Y su ausencia, hoy solamente se justifica por el buen rendimiento que viene teniendo Martínez. Pero ya es hora de que el ex Vélez salte al campo de juego y que el improvisado zaguero vaya a la mitad de la cancha.

Parot es uno de los más flojos. Le está costando horrores el ritmo del fútbol argentino y si bien no tiene grandes problemas a la hora de la marca, lejos está de mostrar la chapa de un lateral extranjero.

Romero pasó desapercibido en casi todos los partidos que disputó el Canalla. Un par de buenos remates desde afuera y poco más. Es muy poco para un mediocampista central uruguayo…

Gil tiene la pelota pero no lastima. Encima no ha podido demostrar su buena ejecución de pelota parada que sí ha demostrado en otros clubes como Talleres y, especialmente, Olimpo.

Zampedri hasta aquí es el único de los refuerzos que ilusiona a los hinchas y le dio réditos: dos goles en cuatro partidos. Muy bien.

Ortiz, quien llegó de Boca Unidos por pedido del DT solamente un par de minutos. Pero es a quien menos se le puede exigir; ya que vino como una especie de apuesta.

Depende del entrenador acomodar las piezas y hacer que los refuerzos funcionen de una vez. La erogación de dinero fue mucha y está a las claras que los rendimientos que han tenido en este puñado de partidos es inversamente proporcional al gasto que se hizo en el mercado de pases.