Por Santiago Fraga

El huracán Irma continúa con su furtivo paso, dejando destrozos millonarios y víctimas fatales en todas las zonas de la costa norteamericana y el caribe. Tras haber sacudido con fuerza a Miami, en estos momentos se acerca a la localidad de Tampa, la tercera en población después de Jacksonville y Miami.

En Davenport, a 102 kilómetros de aquella ciudad, reside Gonzalo Gómez, un rosarino que desde hace 14 años vive en Estados Unidos y hoy se encuentra ante un panorama que nunca le había tocado vivir.

Conclusión dialogó con él a las 20 de la hora local (19 hora Argentina), horario en el que estaba previsto que comience a sentirse lo más fuerte de Irma.

“Ya empezamos a recibir lo más fuerte de la tormenta”, fue lo primero que contó Gonzalo a este medio, tras horas de ver los destrozos que el ciclón causó en Miami.

A diferencia de muchos evacuados, en su localidad se les impidió salir, por lo que resistirán a la tormenta en su casa. Para ello, prepararon una habitación de seguridad, improvisada con colchones y cubriendo las ventanas.

“Ahí tenemos todas las provisiones como agua o lo que podamos usar en caso de emergencia. Recién acabamos de perder la luz, así que vamos a ver qué es lo que nos tiene esta tormenta”, aseguró Gómez.

Ellos fueron los últimos en su barrio en perder la luz. La zona quedó rápida y completamente a oscuras y todos los conocidos que tenían en el área ya habían perdido anticipadamente el suministro eléctrico.

Gonzalo se encuentra con su familia, asegurando que mientras los chicos son los que más asustados están en la casa, entre los adultos “tratan de mantener la calma para no incomodarlos más”.

Será cuestión de tiempo para ver qué es lo que provoca la tormenta en esta zona, que según se estima llegará con mucha menos potencia que en Miami o países del Caribe y tendrá un paso que durará entre unas 10 y 15 horas.

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