Israel descartó virtualmente hoy entablar negociaciones diplomáticas con un gobierno palestino que incluya a su enemigo el grupo islamista Hamas, poniendo condiciones que ya han sido rechazadas en el pasado y sumando un escollo más a ya de por sí complicados esfuerzos de reconciliación de los palestinos.

La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo en un comunicado que su gobierno no negociará con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) del presidente Mahmud Abbas si Hamas integra la ANP y no acepta varias condiciones que siempre ha rehusado, incluyendo reconocer al Estado judío y desarmarse.

El anuncio israelí llega en momentos en que Abbas, líder del partido laico Al Fatah, mantiene conversaciones con Hamas para tratar de poner fin a una división de 10 años que ha hecho aún más difícil la meta común de poner fin a medio siglo de ocupación militar y colonización israelí y crear un Estado independiente.

También hoy, el gobierno de Netanyahu, el más nacionalista de la historia de Israel, anunció la construcción de 300 nuevas viviendas en una colonia israelí en Cisjordania, una medida que el vocero de Abbas condenó como otro obstáculo a gestiones que realiza Estados Unidos para tratar de relanzar el proceso de paz.

Con la mediación de Egipto, Hamas y Al Fatah anunciaron la semana pasada un acuerdo preliminar y establecieron comités para discutir asuntos aún no resueltos, en particular quién controlará el masivo arsenal del movimiento islamista.

Aunque se acordó que Al Fatah asumirá todas las responsabilidades de gobierno, Hamas ha dicho que sus armas no se negocian, lo cual dejará al grupo con una significativa influencia en los asuntos palestinos, incluso si no jugara un rol formal en el próximo gobierno de la ANP.

Hamas se hizo con el control de la Franja de Gaza en 2007, tras expulsar a las fuerzas de Abbas. Esto dejó a los palestinos con gobiernos separados y rivales, uno en Gaza y otro, el de la ANP, en Cisjordania. Intentos previos de reconciliación fracasaron, y no hay garantías de que el actual proceso tenga éxito.

La postura expresada hoy por Netanyahu replica condiciones que Israel y la comunidad internacional ya habían impuesto a Hamas en el pasado, de que renuncie a la violencia y reconozca el derecho de Israel a existir como Estado.

Pero el comunicado de hoy agregó nuevas condiciones, incluyendo que la ANP continúe con una campaña de represión contra Hamas en Cisjordania, que Hamas rompa relaciones con Irán, que devuelva los restos de dos soldados israelíes y libere a dos civiles israelíes a los que se cree tiene de rehenes en Gaza.

Asesores de Abbas dijeron hoy que Hamas no será parte del nuevo gobierno de la ANP y que el grupo sólo sería incluido cuando acepte la agenda del presidente de buscar un acuerdo de paz con Israel, aunque defendieron el acuerdo y dijeron que las condiciones de Israel impedirá seguir adelante con la reconciliación.

«Ninguna declaración israelí cambiará la posición oficial palestina de seguir adelante (con la reconciliación)», dijo el vocero de la ANP, Nabil Abu Rudaina, citado por la agencia de noticias EFE.

Ahmad Majdalani, un asesor de Abbas, dijo que «Hamas no estará en el futuro gobierno» y que «Netanyahu está buscando un pretexto para seguir socavando la solución de los dos Estados», como se llama a la meta de crear un Estado palestino.

Hamas no hizo comentarios.

Abbas quiere crear un Estado en Cisjordania, Jerusalén este y Gaza. Israel capturó esos territorios en una guerra en 1967, pero se retiró de Gaza en 2005.

La última ronda de negociaciones de paz colapsó en 2014. El enviado del presidente estadounidense, Donald Trump, para Medio Oriente, Jason Greenblatt, ha estado visitando por separado a ambas partes para tratar de encontrar una fórmula para reanudar las conversaciones.

Su oficina no hizo comentarios tras el anuncio de Israel, y tampoco hubo reacciones de Egipto.

Abbas se ha negado a relanzar las negociaciones a menos que Israel detenga la expansión de sus colonias en tierras que reclaman los palestinos.

Hoy, el gobierno israelí anunció que sacará a concurso casi 300 viviendas en el asentamiento judío de Beit El, cerca de la ciudad palestina de Ramallah, en Cisjordania, tras haber notificado ayer que construirá 31 nuevas casas para colonos en Hebrón, las primeras viviendas en esa ciudad en disputa desde 2002.

«Este asalto de asentamientos se produce en un momento en que la administración de Estados Unidos del presidente Donald Trump está haciendo esfuerzos y creando las condiciones que pavimentarán el camino para una paz real», dijo Rudeina.

El vocero de Abbas agregó que los asentamientos israelíes en Palestina «son ilegales y condenados por los árabes y la comunidad internacional y violan resoluciones del Consejo Nacional de Seguridad de la ONU, en particular, la 2334» aprobada en diciembre de 2016.