Un hombre fue condenado hoy a prisión perpetua por el femicidio de Micaela Ortega, la niña de 12 años que fue hallada estrangulada en mayo de 2016, más de un mes después de desaparecer cuando acudió a una cita con el asesino, que la que había contactado a través de un falso perfil de Facebook, en el primer caso de «grooming» que terminó con un crimen.

La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Bahía Blanca, que consideró a Jonathan Luna (28) -que no se presentó en la audiencia- autor de «homicidio triplemente calificado por haberse cometido sobre una mujer mediando violencia de género, por alevosía y para ocultar otros delitos por no haber logrado el fin e intención que guiaba su conducta de cometer un delito contra la integridad sexual, en concurso real con los delitos de acoso sexual tecnológico y robo».

Se trata de la primera condena por un asesinato cometido en un caso de «grooming» -acoso de menores a través de las redes sociales con el fin de abusar de ellos sexualmente- registrada en el país.

Los jueces Claudia Fortunatti, María Elena Baquedano y Eugenio Casas llegaron a un veredicto unánime, que dieron a conocer este mediodía en la sala de audiencias del quinto piso del Palacio de Tribunales situado Estomba 34, en el centro de Bahía Blanca.

Al argumentar su decisión, los jueces consideraron que Luna «se aprovechó de la situación de indefensión de la víctima, a la que trasladó varios kilómetros hasta una zona descampada, de muy difícil acceso, para asegurar su actuación» y «previo convencerla de que la llevaría a una vivienda donde podría alojarse».

Luna «generó así las circunstancias necesarias para asegurar la ejecución del hecho, disminuyendo las posibilidades de defensa de la menor, colocándola en una situación de inferioridad y descartando riesgos para sí . Además, se valió de la sorpresa de su acción a traición por aprovechamiento de la confianza que en él se había depositado», añadieron los jueces.

Para los magistrados, «la edad de la víctima, las características físicas, la confianza que se había generado a partir de la información falsa que le había dado (en Facebook), fueron el conjunto de elementos que establecieron esa situación de inferioridad de Micaela Ortega y que impidieron sus posibilidades de resistencia al ataque por parte de Luna»,.

El TOC también dio por probado que Luna mató a Micaela «para tratar de ocultar otros delitos», como el «acoso sexual tecnológico y robo», y tras «no haber logrado ejecutar la intención de cometer un delito contra la integridad sexual».

Luna no presenció la lectura del veredicto, de la que participaron su abogado defensor, Sebastián Cuevas; el fiscal Rodolfo de Lucía, la abogada de la familia de la víctima, Fernanda Pettersen, y los padres, Mónica Cid y Claudio Ortega.

Además aguardaron el veredicto fuera de la sala de audiencias otros familiares y allegados a la familia, integrantes de agrupaciones feministas y compañeras de escuela y de patín de Micaela.

Tras conocer la decisión judicial, la madre de Micaela dijo a Télam que la Justicia bahiense dictó «un fallo ejemplar».

«Trabajé muchísimo, dejé mi vida en esto, puse mi cuerpo. No iba a escuchar otra cosa que no sea perpetua. Micaela tendría que estar viva», agregó la mujer.

Por su parte, el padre de la niña expresó: «Gracias a Dios salió todo bien, era lo que esperábamos esta condena ejemplar y seguir adelante».

«Todo el pueblo estaba pidiendo justicia por Mica, ahora está descansando en paz y logramos entre todos lo que buscamos», añadió Ortega, quien no obstante agregó que «el dolor sigue todos los días «.

En tanto, el fiscal De Lucía se manifestó «realmente conforme con la resolución que se dictó».

«Es el primer fallo de ‘grooming’ seguido de ‘femicidio’ en el país. Creo que en los argumentos se conceptualiza la situación de desventaja en la que se encuentran las mujeres, la situación de poder y de cosificación y creo además que se abre la puerta a una nueva Justicia y al análisis de este tipo de temas con otras perspectivas», manifestó la letrada.

Micaela desapareció de su casa el 23 de abril de 2016 y su cuerpo golpeado y estrangulado fue hallado el 28 de mayo en un descampado ubicado en cercanías de la ruta nacional 3.

Por el hecho, la Policía detuvo a Luna en una precaria vivienda que habitaba, que fue parcialmente incendiada por vecinos y donde se secuestraron una planchita de pelo, teléfonos celulares y demás pertenencias de Micaela.

Los investigadores llegaron a Luna tras determinar que se había contactado con la niña a través de Facebook, gracias a la información aportada por The National Center for Missing & Exploited Children, de Estados Unidos, un organismo que trabaja contra la pedofilia y explotación de niños.

Así se determinó que Luna poseía más de cuatro cuentas de Facebook en las que se hacía pasar por mujer, mediante una de las cuales captó a Micaela haciéndose pasar por una chica la convenció para que se fuera de su casa y se dirigiera a una esquina donde supuestamente la iba a pasar a buscar un amigo y donde, finalmente, fue captado por las cámaras de seguridad junto a la niña la última vez que fue vista con vida.

El ahora condenado había estado detenido por robo en el penal de General Roca, y se fugó tras acceder a una salida transitoria de prisión que le había otorgado la Justicia de Río Negro, por lo que tenía pedido de captura al momento del crimen de la niña.