La primera bandada de cauquenes colorados, conocidos popularmente como «avutardas», llegó al territorio bonaerense, informó el Organismo para el Desarrollo Sostenible bonaerense, que destacó que sólo quedan 700 ejemplares de esas aves.

Esas aves viajan desde Chubut hasta las costas de los balnearios de Tres Arroyos y San Cayetano, donde guardaparques y biólogos trabajan para preservar la especie, recordó la entidad.

El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible bonaerense, el INTA y el CONICET realizan un trabajo conjunto de monitoreo que incluye captura, estado sanitario y anillado con radiotransmisores con GPS incorporados, para determinar las zonas en el sur que la especie utiliza para hacer sus nidos.

El anillado se hace en Tres Arroyos y San Cayetano, en conjunto con Inta Balcarce y Conicet, cuando los cauquenes llegan desde los dormideros a los sitios de comida, al amanecer.

Los cauquenes duermen con las patas dentro del agua, seguramente como un defensa ante los predadores.

«Así como las personas planificamos un viaje, las aves lo hacen de igual manera: se preparan físicamente para el costo energético que les insume la migración, acumulando grasa y masa muscular», explicó Daniel Mac Lean, del departamento de Áreas Naturales Protegidas de la Provincia.

«La ventaja que tienen ellos, es que pueden comprimir sus órganos internos, de modo que el alimento en esa instancia no es fundamental y les permite migrar en menor cantidad de tiempo», precisó.

Si bien no son las únicas especies en llegar a la provincia, se trata de una de las más diezmadas a lo largo de los últimos 100 años, al punto que en la actualidad sólo quedan unos 700 ejemplares, lo que se considera en la franja de vías de extinción.

La Provincia, desde 2009 y a través de la Ley 14.038, prohibió la caza del cauquén y luego fue declarado Monumento Natural bonaerense. «El marco legal no sólo busca la conservación de la especie, sino también estudiar su comportamiento para renovar la información de nuestras campañas educativas escolares, donde fomentamos la conservación del Cauquén Colorado», explicó Martín Boccacci, subsecretario de Planificación Ambiental y Desarrollo Sostenible.

Y, señaló que la depredación no es el único factor de extinción porque, dijo, «no alterar la biodiversidad de su hábitat aquí en la Provincia, también es fundamental».

El comienzo de la migración sucede cuando la nieve de la Patagonia empieza a cubrir los pastos, uno de los recursos alimenticios del cauquén, por lo que junto al descenso de la temperatura en otoño las aves abandonan sus territorios entre el sur de Santa Cruz y norte de Tierra del Fuego.