Llegan los primeros el fríos y así como empezamos a abrigarnos más, también nos preocupamos para que nuestras mascotas estén lo mejor protegidas para enfrentar el invierno que se avecina. Sin embargo, en lo que respecta a ponerles ropa es importante tomar ciertas precauciones para hacerlo correctamente y evitar posibles riesgos.

Por ejemplo, Mark Johnston, miembro de la Asociación Veterinaria de animales pequeños de Gran Bretaña, en una entrevista con el sitio Telegraph, fue enfático al indicar que los perros naturalmente tienen una capa protectora y “existen pocas ocasiones cuando un animal necesita ropa, incluso en el invierno. Al vestirlos -dice- se les disminuye la habilidad que tienen de regular la temperatura de su cuerpo y esto es perjudicial si llegan a temperaturas altas. Si el animal lleva el abrigo muy seguido, le puede provocar problemas a la piel”.

Apropiada solo para algunos

La Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales de Gran Bretaña indica que la ropa para animales es apropiada para algunos perros, como por ejemplo los más viejos, de pelo corto, delgados, pequeños o enfermos y en ese caso puede ser beneficioso ponerles una capa de abrigo para mantenerlos más calentitos o protegerlos de la lluvia. Eso sí, la asociación es enfática al señalar que la funcionalidad siempre tiene que primar por sobre la moda, por lo cual la prenda no debe restringir los movimientos del animal para que pueda ir cómodamente al baño, recostarse y caminar con normalidad.

Por su parte, Patricia Orellana, médico veterinaria chilena, recomienda abrigar a los perros sólo si es necesario, como en los casos mencionados anteriormente. Agrega que cuando los canes viven dentro de la casa y se les da un paseo o se los lleva a hacer sus necesidades, se les puede poner una capa: “Lo sacas al parque y lo abrigas un poco y al llegar a la casa le quitas la ropa”, sostiene.

Lana y algodón

En cuanto a los materiales, Orellana explica que lo mejor es la lana y el algodón, prefiriendo lo hipoalergénico y hay que evitar lo sintético y el cuero ya que les atrae el olor y por lo general se lo comen. Para la veterinaria lo más peligroso son los accesorios decorativos como tachas metálicas y adornos plásticos que pueden ser ingeridos y producir problemas gástricos.

“El ideal es tener varias prendas y cambiarlas a diario, para así poder hacer una lavada semanal (con detergente hipoalergénico). No es recomendable dejarlos las 24 horas del día con ropa y durante toda la semana ya que el pelo se les apelmaza, juntan cebo porque la piel no respira y peor aún si el perro tiene pulgas. Es importante cepillarlos a diario y dejar que la piel descanse por lo menos una vez al día. Abrigarlos sólo si es necesario. Si tienes calefacción, duerme contigo o cuenta con una buena cama con mantas calentitas no hay para qué” asegura Orellana.

La zona más delicada

Para la experta, el cuello es la zona más delicada y por lo tanto se debe proteger más y así evitar resfríos y enfermedades respiratorias y para esto los cuellos de polar son una prenda útil para abrigar a los perros de pelo corto que viven en el patio: “Eso sí, hay que preocuparse de que cuando llueve los cuellos no estén húmedos, de lo contrario es necesario cambiarlos, además es recomendable secarles su pelo”.

Otro problema secundario que podría implicar la utilización de vestimenta en caninos, es el descripto por PippaHutchison, experta en conducta animal, en una entrevista con el medio británico BBC: “Ya es lo suficientemente difícil para los perros `leer´ el lenguaje corporal entre las distintas razas. Un perro vestido puede que no sea comprendido por otro, respondiendo agresivamente hacia él o bien el animal con ropa se puede frustrar ante la presencia de otro y volverse agresivo”.

Una buena recomendación para determinar si tu mascota puede beneficiarse con el uso de prendas es consultar con un veterinario antes de ponerle el chaleco.