El empate de Central con Quilmes en el Gigante de Arroyito, tuvo como una de sus causas principales un opaco nivel colectivo. La defensa no estuvo sólida, el mediocampo no gravitó y la delantera no estuvo fina.

En ese contexto, la figura según Conclusión terminó siendo, aunque no con un rendimiento descollante, Jonás Aguirre. Por voluntad y porque cada vez que Central atacó, lo hizo por su sector.

Repasá el uno por uno en la igualdad canalla ante Quilmes:

Manuel García (4): Pagó una cuota importante de responsabilidad en el gol de Quilmes. Aunque en el resto del partido, no tuvo implicancia, ya sea a favor o en contra.

Paulo Ferrari (5): Acompañó por la banda derecha a la hora de trepar y no pasó mayores sobresaltos por su sector a la hora de defender, salvo cuando el hábil Mansilla lo puso en apuros.

Maximiliano González (5): Había arrancado bien, pero tuvo responsabilidad grave (al igual que su acompañante de zaga) en el gol cervecero. Una jugada, para un defensor, a veces puede determinar el rendimiento de todo un partido.

Mauro Cetto (5): Firme y seguro por arriba, inestable y lento por abajo. No está en el nivel que su categoría y clase alcanzan. Quizás, la falta de rodaje sea una de las consecuencias más pesadas para el ‘Colo’. Tuvo incidencia en los goles de cada lado.

Cristian Villagra (6): El Kity hizo los deberes por la banda izquierda, el lugar que más cómodo le sienta. No se asoció mucho con Jonás Aguirre. Quizás, le haya faltado energía para hacer el tándem y gravitar en ofensiva.

Hernán Da Campo (4): Uno de los puntos más flojos del Canalla. No le dieron mucho juego por derecha, pero tampoco lo buscó, por lo cual no significó una variante potable.

Gastón Gil Romero (5,5): No se mostró firme como en anteriores presentaciones. Aunque lo acompañó un mediocampo más de juego que de marca, se vio complicado en el retroceso. A la hora de atacar, sí fue un punto de apoyo.

Gustavo Colman (6): Debía ser la manija del equipo, el constructor del juego auriazul, y sólo pudo hilvanar algunas jugadas en determinadas ocasiones. Es como una estrella en el cielo, que a veces brilla y otras desaparece.

Jonás Aguirre (6,5): FIGURA. Aunque no fue deslumbrante, su actuación fue la más destacada dentro del flojo rendimiento colectivo. Es que todos los avances auriazules fueron por su sector. Supo fructificar su velocidad en peligrosos desbordes, que, sin embargo, no encontraron un conector en el área.

Joaquín Pereyra (6,5): Era la carta que tenía Central para conectar el medio con la delantera; y en parte cumplió. Demostró buena técnica y calidad, pero le faltó injerencia en el juego. Salió, equivocadamente, en los primeros minutos del complemento.

Ijiel Protti (6): Tuvo que luchar todo el partido, en soledad, contra los duros zagueros quilmeños. No lo acompañaron y solo no se la pudo arreglar para lastimar. Mucha voluntad, pero poca claridad.

DT. Eduardo Coudet (4): Su equipo, mayormente integrado por suplentes y juveniles, no estuvo fino a la hora de atacar. De la misma manera, cuando le tocó defender sufrió más de la cuenta. Era predecible, teniendo en cuenta que puso en cancha un equipo que no se conoce.

Ingresos

Ezequiel Rodríguez (6): Tuvo su debut oficial y entró bien. Luchó, trabó y fue al frente. Un delantero para evaluar y cocinar a fuego lento.

Maximiliano Lovera (6): Prometedor. Cuando la pelota llegó a sus pies, desequilibró por la banda y envío varios centros a la olla, en un contexto donde nadie se hacía cargo de ponerse el equipo al hombro. Pudo marcar faltando diez minutos, pero un rival se la sacó en la línea.

Félix Banega (S/C): Jugó poco más de quince minutos, no dio tiempo para ser juzgado.