El ex nadador estadounidense, Michael Phelps, reconoció que sufre depresión y agradeció no haber tomado la opción del suicidio. «Estoy muy agradecido de no haber tomado la opción del suicidio, porque uno sí lo contempla», manifestó en una conferencia en Chicago.

El ex deportista manifestó que: «Tras cada Juego Olímpico creo que caía en un mayor estado de depresión. Había un patrón emocional que no estaba bien en cierto punto del año.

Diría que el 2004 fue probablemente el primer proceso de depresión por el que tuve que atravesar».

«Las drogas fueron la forma de arrancarme de lo que fuera de lo que estaba escapando. Era yo automedicándome todos los días, tratando de reparar lo que sea de lo que estaba malo en mí», agregó.

Phelps incluso apuntó que «la caída más dura fue tras los Juegos de Londres, en 2012. No quería estar en el deporte, tampoco quería seguir vivo».

En cuanto a su rehabilitación, el estadounidense recordó que en el inicio del tratamiento «estaba temblando de lo nervioso por el cambio que se venía. Sentía que tenía que aclarar lo que estaba pasando».

«Tras hablar de mis sentimientos, mi vida se hizo más sencilla. Me decía por qué me tomó 10 años hacer esto, pero no estaba preparado», complementó.

Phelps es el deportista más condecorado en todos los tiempos, con 28 preseas olímpicas, además de ser el poseedor de la mayor cantidad de medallas doradas en dicha competición (23), más triunfos en eventos individuales (13) y más medallas en eventos masculinos en JJ.OO. (15).