El empate de la selección argentina con Venezuela suscitó distintas opiniones y miradas. Lo concreto es que la clasificación al Mundial de Rusia 2018 está cada vez más complicada, dado que el elenco de Jorge Sampaoli quedó en zona de repechaje, a falta de dos partidos para la definición.

Conclusión reunió las voces de algunos periodistas deportivos que estuvieron en el Monumental de Núñez, presenciando la igualdad en uno que protagonizaron la albiceleste y su par vinotinto. En este alud de opiniones, se destacaron frases como “lo de ayer fue un papelón histórico” o “deberíamos quedar afuera para poner los pies en la tierra”.

Hernán Castillo tomó la posta al decir que “el empate de la selección argentina fue un papelón histórico. Y no pasa por subestimar al rival, sino simplemente con ver la tabla de posiciones: Venezuela está último y lejos y Argentina, peleando por clasificarse”.

“Lo que más me preocupa es que no se encuentra la solución. De la final de Brasil hasta acá, hubo una cantidad importante de jugadores que se renovaron. También muchos técnicos han pasado. Y por último, hubo un gran recambio dirigencial, desde el fallecimiento de Julio Grondona”, sumó.

En este sentido, el periodista de TNT Sports consideró que  “Argentina ya cambió las tres patas y sigue sin despegar. Encima los jugadores siguen sin encontrar el rumbo. Quizás clasifiquen al Mundial y el hecho de entrar por la ventana implique un buen baño de humildad, para que bajen los pies a la tierra. O quizás, aunque suene feo decirlo, no esté mal quedarse sin Rusia: nadie se va a morir y, con suerte, nos cambie un poco la cabeza”.

Hernán Castillo: «Nadie se va a morir por quedar afuera del Mundial»

Más cauto fue Héctor Gallo, quien sostuvo: “No voy a hacer leña del árbol caído, por eso todavía no quiero brindar una opinión desde el aspecto futbolístico, ya que entiendo que este momento es netamente anímico y mental”.

“La selección está imbuida con jugadores que decididamente no encuentran el camino. No puede ser que tengamos goleadores que no hagan goles, futbolistas que manejan bien la pelota, que fallan cuando llega el momento con la albiceleste. Lo del rosarino Éver Banega es llamativo”, dijo.

Según Gallo, “incluso el técnico Sampaoli ha entrado en una confusión, en la que intenta imponer su estilo y una solidaridad de juego que no se ha logrado. Ayer hizo cambios que parecieron manotazos de ahogado, creyendo que alguna individualidad puede salvar los errores generales”.

“Más allá de que todavía no se puede hacer un balance del juego, porque trascurrieron dos partidos oficiales desde el debut del casildense, ésta es una cuestión mental. Hoy en día, da la sensación de que la selección aniquila anímicamente a todos sus integrantes”, finalizó.

Héctor Gallo: «La selección aniquila mentalmente a todos sus integrantes»

En el plano local, el destacado analista Claudio Giglioni manifestó que “luego de dos fechas desde el arranque del nuevo ciclo, la palabra con la que titularía esto es: decepción. Sin obviar el primer tiempo, donde Argentina debió golearlo; cuando tuvo que resolver el partido en la adversidad, vimos menos de lo mismo”.

“El equipo de Sampaoli jugó cuatro etapas en esta fecha y sólo lo hizo bien en la primera contra Venezuela. Luego dejó muchísimo que desear, en un equipo que profundizó los vicios de Maradona en Sudáfrica: un desequilibrio de actitudes, una línea de tres sin laterales volantes, que es un pecado capital en el fútbol. Y la imagen final fue fea: tener cinco jugadores en el área para que el cinco le tiren los pelotazos”, reflexionó.

En cuanto al astro rosarino, Giglioni admitió que “me cuesta verlo a Messi como actor de reparto: quizás será porque me tocó ver al más grande haciendo de William Wallace. En lugar de hacer jugar al equipo, se paró sobre la banda derecha y no encontró desequilibrio”.

“Es una decepción general: no es casualidad estar donde estamos, pasaron tres entrenadores en esta etapa eliminatoria. Argentina acabará en el Mundial por peso propio, pero lo del partido de ayer fue decepcionante”, terminó el comentarista de LT3.

Claudio Giglioni: «Me cuesta verlo a Messi como un actor de reparto»

Luis Castro aclaró que “me resulta inexplicable que una selección tan poderosa, que cuenta con los mejores jugadores del mundo, no pueda doblegar a un equipo limitado como Venezuela. Si bien el funcionamiento del primer tiempo tuvo una línea de juego interesante, que alimentó las ilusiones de la gente, lo cierto es que falló de nuevo en la definición”.

“Este resultado es preocupante de cara a la clasificación, porque cada vez existe más presión. Ya no hay margen de error, sólo queda ganar y no existe otro resultado. No serán nada sencillos los dos partidos que quedan, mucho menos con Perú, que viene en franca remontada”, agregó.

El redactor de La Capital terminó diciendo que “es difícil ver a la selección argentina fuera del Mundial, sobre todo verlo a Messi. Que el mejor jugador del mundo se quede sin esta competencia, sería un golpe duro para el fútbol argentino y mundial. Por eso uno presupone que, de una u otra manera, vamos a clasificar”.

Luis Castro: «De una u otra manera, vamos a clasificar»

 

En última instancia, Gabriel Pennise formuló: “No me gusta la selección argentina. Me parece equivocada la idea de Sampaoli, por el hecho de querer cambiar totalmente una idea de juego, cuando tiene poco tiempo para practicarla. Ayer empatamos contra uno de los peores equipos de las eliminatorias”.

“Si bien llegamos muchas veces ante un equipo inferior, nunca fuimos claros. Existen rendimientos individuales demasiado pobres para lo que se espera de ellos, hay jugadores que no están capacitados –por falta de rodaje- para interpretar la idea del técnico”, analizó.

Pennise concluyó enunciando una mirada crítica de la situación: “El proceso es todo malo, porque no pueden pasar tres técnicos en una eliminatoria. Es una falta de respeto al fútbol argentino, yo creo que vamos a llegar igual al Mundial, aunque no deberíamos. Ha sido todo tan desprolijo en AFA, que quedar afuera sería un buen castigo”.

Gabriel Pennise: «Ha sido tan desprolijo todo, que quedar afuera sería un buen castigo»