Un juez paraguayo aceptó este jueves dar curso a la extradición a Estados Unidos del ex jefe del fútbol sudamericano Nicolás Leoz, implicado en el escándalo de sobornos millonarios conocido como Fifagate.

No obstante, el magistrado ordenó que «antes de proceder a la entrega, deberá constituirse una junta médica» para evaluar la salud del exdirigente de 89 años, actualmente bajo prisión domiciliaria en Asunción.

El fallo judicial coincide con la presentación de pruebas y declaraciones incriminatorias emitidas esta semana por un exempresario argentino de medios durante el juicio oral que se inició en Nueva York contra exjerarcas del fútbol sudamericano y empresarios.

Ricardo Preda, el defensor de Leoz en el pleito por la extradición, dijo a la AFP que apelará la resolución ante el tribunal de segunda instancia. Si ese tribunal vuelve a fallar en contra, la defensa puede apelar a la Corte Suprema de Justicia.

Leoz es uno de los 42 exdirigentes del fútbol de las Américas y empresarios deportivos acusados de corrupción por el gobierno estadounidense tras el llamado Fifagate, que estalló en 2015. Tres de ellos, que se declararon inocentes de los cargos, son los que están siendo juzgados en Nueva York.

«El delito de soborno privado no es un delito estipulado en el Código Penal de Paraguay», sostuvo el abogado de Leoz, cuya estrategia sería postergar así por tiempo indefinido la extradición del exdirigente «por razones de salud».

Leoz padece de Parkinson y de hipertensión entre otros males de la edad. «Si hubo un soborno entre particulares, no es un delito en Paraguay. Si no es un hecho punible en Paraguay, no se puede extraditar», puntualizó el abogado.

En caso de ser extraditado, Leoz no podrá ser juzgado por otros delitos, sin el consentimiento de las autoridades paraguayas, dijo el juez, quien aclaró que tampoco podrá ser reenviado a otro país.

En declaraciones a la AFP en 2015, Leoz negó haber recibido cifras siderales por negociados en los derechos de televisación de los partidos organizados por la Conmebol.

Solo admitió haber aceptado de la ISL (International Sport and Leisure), la empresa suiza de patrocinio deportivo que estuvo muy vinculada a la FIFA en los noventa, unos 130.000 dólares «en carácter de donación» en el año 2000 para «construir escuelas para indígenas en distintos puntos del país (de Paraguay)», donde tiene su sede permanente la Conmebol.