El porteño Diego Schwartzman, 26 del ranking mundial, logró hoy clasificar a los octavos de final del Abierto de Australia al superar en cuatro sets al ucraniano Alexandr Dolgopolov, y ahora se cruzará con el número 1 del mundo, el español Rafael Nadal.

A los 25 años y por segunda vez en su carrera, el «Peque» alcanzó los octavos de final de un Grand Slam, gracias a una victoria con parciales de 6-7 (1-7), 6-2, 6-3 y 6-3, en dos horas y 38 minutos de un trámite complejo, que debió resolver con mucha inteligencia.

Este domingo, en uno de los estadios más importantes del Melbourne Park, Schwartzman se medirá con el español Rafael Nadal, que barrió al bosnio Damir Dzumhur por 6-1, 6-3 y 6-1, en apenas 110 minutos de juego.

Hidratándose en cada cambio de lado y refrescándose, Schwartzman toleró el calor agobiante que por estos días azotan Australia.

«Fue bueno haber tenido la experiencia del US Open, habiendo hecho cuartos de final. Cada vez me voy sintiendo mejor en este tipo de torneos, me gusta mucho jugar a cinco sets, aunque un día como el que me tocó es bastante difícil hacerlo, la temperatura era muy alta, por suerte pude arrancar dentro de la tarde y no en el peor momento del día», explicó el jugador formado en Náutico Hacoaj.

Y agregó: «Estoy contento de volver a estar en una segunda semana. Después de la primera ronda en la que no pude jugar bien, en la segunda y tercera rueda pude mejorar, jugar cada vez mejor, más sólido, más intenso y por ese lado estoy muy contento. Ojalá que pueda hacer un gran partido el domingo de vuelta».

Un premio de 240.000 dólares australianos y una buena cantidad de puntos ya es suficiente para Schwartzman, que ahora irá por el milagro ante Nadal.

El balear, que cayó en la final el año pasado contra Roger Federer, ha perdido solo 21 games en sus tres victorias en Australia para alcanzar los octavos de final, y llenó de elogios a Schwartzman.

«Diego es una persona simpática, educada y que además juega bien al tenis. Mi forma de encarar el partido será igual que cada día, pero siempre con un poquito más de cariño y respeto por alguien que tengo buena relación», marcó el mallorquín.

El español, que busca su 17º título, tuvo que hacer frente a una lesión de rodilla al final de la pasada temporada. Nadal necesita alcanzar los cuartos de final para asegurarse su puesto de número uno del ránking mundial tras el Abierto de Australia, con Federer amenazante.