Por Mario Luzuriaga

«Casablanca»cumple 75 años, y es la película romántica más citada de la historia del cine.

Filmada durante la Segunda Guerra Mundial, tanto el director Michael Curtiz y la productora Warner Bros se imaginaron que esa película se convertiría en un clásico instantáneo.

Con gran maestría Michael Curtiz sumerge al espectador en la ciudad Marroquí de Casablanca, en ese entonces era territorio de la Francia no ocupada. Allí está un club nocturno donde gran parte de las autoridades, visitantes, habitantes e inclusive la llega del Ejercito Nazi, van a pasar un buen rato tomando tragos y a apostar.

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El propietario es Rick Blaine (Huphrey Bogart) un hombre con un pasado tumultuoso debido a que estuvo trabajando con la Resistencia Francesa, antes de su ocupación. Blaine es un hombre duro y recio que no se juega por nadie, sólo confía en su pianista llamado Sam (Doodley Wilson) y Carl (S.K. Sakal) su jefe de mozos.

Pero también simpatiza con el Capitán Louis Renault (un genial Claude Rains) que juega a dos puntas con la Resistencia y con el Tercer Reich. Pero todo cambia en la vida de Rick con la llegada de Ilsa Lund (la maravillosa Ingrid Bergman), su gran amor, junto al lider de la Resistencia Victor Laszlo (interpretado magistralmente por Paul Henreid). Ambos quieren escapar hacia Estados Unidos para estar a salvo, pero estarán vigilados por el Mayor Heinrich Strasser (un impecable Conrad Veidt) de la Luftwaffe (Armada aérea Nazi).

Fue una película grandiosa, la historia de amor de todos los tiempos, en un momento especial en donde se debatía el futuro del mundo en una guerra. Esta fue la cinta que catapultó a la fama a propio Bogart convirtiéndolo en una celebridad y le dio la posibilidad de mostrar a un hombre que parece duro, pero que el fondo es un romántico de verdad.

Curtiz planeó dos finales para esta película, uno era todo color de rosa y el otro es el clásico, el que se quedó grabado en nuestra memoria y que tantas veces sea citado. Con una canción para el recuerdo interpretada por Louis Armstrong, una magistral dirección a cargo de Curtis y un elenco brillante hizo que «Casablanca», sea más que un clásico, que sea una película esencial.