No tengo nada contra las remakes, me parece que los directores pueden tener su propia visión sobre lo ya establecido. Pero cuando se hace de una manera descarada como en Rascacielos: rescate en las alturas, la cosa es diferente.

Will Sawyer (Dwayne Johnson) es un ex-agente del FBI que luego de sufrir un accidente que lo dejó sin parte de una pierna, trabaja para el sector privado. Es por esto que es contratado por un magnate chino para aprobar la seguridad del edificio más grande del mundo. Pero todo sale mal cuando la familia de Sawyer se ve acechada dentro del rascacielos por un grupo de asesinos que quiere apoderarse del edificio.

La película desde el vamos empieza con una escena de acción presentando al protagonista, que luego pasa a presentarlo como un buen padre de familia que superó su discapacidad y vuelta al trabajo gracias a su pierna ortopédica. Pero cuando lo vemos entrar en su nuevo trabajo ya se descubre a los minutos todos los roles de cada uno de los personajes, desde el más bueno hasta el más malo.

Pero lo que más me llama la atención es la caradurez del director que se jacta de escribir también este gran robo al clásico de acción llamado Duro de Matar, protagonizado por Bruce Willis. Es en ese punto el que me sentí estafado en gran parte por lo que vi.

Que la acción es reiterativa y que ya está todo inventado, vaya y pase, pero ver una reversión y tildarla de original ya eso es mucho. Pero no quiero tirar pálidas porque la acción es buena y tiene situaciones que pone al límite al personaje y al espectador.

Esta película es ideal para el que quiera disfrutar de un momento de adrenalina, acción, tiros y peleas.

Calificación: Regular.