Por Mario Luzuriaga

El famoso y viejo teatro criollo resurge con esta obra de Rafael Bruza, llamada «La denuncia», se estrena éste sábado en el marco del ciclo «Un verano fresquito».

Ambientada en el año 1909 y basada en una denuncia real, cuatro actores interpretarán varios personajes con una impronta campera.

La obra se presentará los viernes de enero a las 21.30 en el teatro La Comedia. Gastón Ricaud, uno de sus protagonistas, habló con Conclusión antes de su estreno en la ciudad.

—¿Qué se va a encontrar la gente en «La denuncia»?

—Es una comedia para reír y pasarla bien. Es un trabajo teatral basado en una denuncia policial real en el partido de Las Flores en la provincia de Buenos Aires allá por 1909. Y cuenta una historia desopilante, entonces la idea original era encontrar una historia que sea nuestra, que nos represente y ese era el deseo del equipo. Hacer una historia que sea bien argentina y no una adaptación que venga de afuera. Cuando encontramos esta historia, la idea original eran cuatro actores de aquella época que iban a hacer a todos los personajes.

—¿Fue difícil interpretar a más de un personaje en escena?

—Si, es un desafío importante. Fue mucho trabajo y mucha preparación, por suerte tenemos un gran equipo detrás. Los cuatro actores en escena jamás se bajan del escenario y a la vista del público; inclusive hasta cuando se van caracterizando. Lo que se aprecia es el teatro dentro del teatro, el actor no sale escena hasta que termine la obra. Y al final ven cómo estos actores dejan su elementos, vestuarios, máscaras y pelucas que tienen que ver con la comedia del arte.

¿Es un lindo desafío mostrar lo que sucede tras bambalinas de esa época?

— Si muy lindo, está bueno mostrar esa intimidad de los camarines. Por eso fue tan querida por los colegas, productores, directores y críticos, porque justamente el que conoce un poco de teatro le agrada ver que se refleje eso. Y también la gente se divierte al verlos y es un viaje a esa época. Lo bueno es que la gente va a disfrutar del buen teatro.

—¿Te gusta presentar esta obra fuera de lo que son las plazas claves del verano como Mar del Plata y Carlos Paz?

—Si me gusta muchísimo más, asumo el riesgo de hacerlo porque que la cosa esté supeditado en Mar del Plata y Carlos Paz, los espectáculos se sacan los ojos para ver quién gana y quién no. Pero esperamos que el público nos acompañe, en lugares que en verano no está acostumbrado. Prefiero no estar ahí y no peleando por los puestos y apostando por lugares alternativos, en donde el público no tiene oportunidad de ir a las plazas y lo puedan disfrutar en su lugar de origen.