Por Santiago Fraga

El domingo 12 de octubre de 2015, el grupo Raras Bestias se subió al escenario del histórico Café de la Flor de Mendoza al 862, siendo la primera de las cuatro bandas que se iban a presentar ese día, sin saber que aquella sería la última noche de ese bar por el que tantos músicos supieron pasar. En aquella presentación perdió la vida Adrián Rodríguez, bajista de la banda, al recibir una descarga eléctrica que Gonzalo Agustín, el guitarrista, estaba sufriendo al agarrar el micrófono para dedicarle el próximo tema a sus amigos.

Más tarde se supo que el electricista, Fernando Campodónico, había puenteado el disyuntor del tablero de conexiones presuntamente a pedido de Ariel Scharf, el dueño del local -imputado por inobservancia de sus obligaciones y negligencia-, ante los cortes de luz que el bar había sufrido durante las funciones de viernes y sábado, en una actitud negligente, inoperante y condenable. Más tarde se supo también que el local no recibía ninguna inspección desde abril de ese año y que Pablo Akerman, responsable de ello, fue ascendido (estando imputado por el hecho) a coordinador de la Dirección de Habilitación en la secretaría de Gobierno.

Dos años después, ningún culpable ha sido condenado en la causa, que avanza a paso lento. Mientras tanto, los amigos de Adrián e integrantes de Raras Bestias organizan, tal como en aquel primer aniversario, un nuevo festival en pedido de justicia y memoria.

El mismo, llamado “Recital en lucha”, tendrá lugar hoy jueves a partir de las 17 en la Plaza Pringles, con la presencia de músicos como Pablo Pino (junto a Los Bardos), Sebastián Tavella (La Semilla), Marcos Migoni y Leo (Farolitos), Burros Verdes, Viento en Contra y los propios Raras Bestias, juntos a más artistas invitados.

Conclusión dialogó con Sebastián Mauro, saxofonista del grupo, para conocer sobre los avances que ha habido en la causa, el evento de esta tarde y el presente de la banda.

Pocos avances

Dos años han pasado y poco ha cambiado en el marco de la causa. A diferencia del año anterior, cuando Conclusión también había dialogado con Sebastián, en este 2017 comenzaron las audiencias preliminares y la presentación de pruebas contra los acusados. La Fiscalía solicitó una condena y está a la espera del juicio oral y público, que supuestamente sería a fines de este año.

¿Y qué pasó con los imputados? Pablo Akerman, quien se desempeñaba en la Dirección General de Inspección a Industrias y Comercios, continúa en el puesto que la Municipalidad le regaló post-tragedia, pese a que tanto familiares como el mismo Concejo Municipal realizaron presentaciones en repudi, sin recibir respuesta.

Por otra parte, la justicia decidió que los juicios de Ariel Scharf y Fernando Campodónico vayan por otro carril que el de Pablo Akerman, siendo distintas fechas, distintas pruebas y distintas condenas. Para el dueño y el electricista la fiscal solicitó 5 años de prisión y 10 de inhabilitación, mientras que para el encargado de las inspecciones se pidieron solamente 3 años de prisión y 10 de inhabilitación.

“Con las pericias definitivas y el informe se llegó a la conclusión de que los problemas venían desde hace un año atrás. El cambio de titularidad del local había sido algunos meses antes. La última vez que se inspeccionó el lugar fue en abril de 2015 y el recital fue en octubre. Incluso ese mismo fin de semana nosotros tocamos el domingo, y hubo shows viernes y sábado donde había pasado lo mismo. Se cortó la luz, tuvieron que suspender los shows, había descargas en los micrófonos, y según lo que dijo la fiscal con las pruebas podría haber ocurrido una tragedia y no sólo arriba del escenario, sino los que estaban viendo el show, el sonidista, los que trabajan en la barra, la cocina, que están con elementos eléctricos”, aseguró Sebastián Mauro.

El festival

En el encuentro “Recital en Lucha” se realizará una lectura de cartas, se contará cómo está la causa y se renovará el pedido de justicia. “El pedido nuestro, aparte de justicia por Adrián, es por que no vuelva a pasar de nuevo, que no exista otro Adrián más, y que los músicos estén muy atentos, siempre les decimos. Lamentablemente no somos los que tenemos que controlar este tipo de lugares, no somos electricistas ni nada, sabemos tocar un instrumento y nos dedicamos a otra cosa, pero lamentablemente hay que ver dónde uno se mete”, aseguró Mauro, saxofonista del grupo Raras Bestias.

En este sentido, señaló que ellos con la banda luego del hecho están yendo “por el camino de la autogestión”. “Nos metemos en clubes de barrio para promover las actividades sociales de ellos. Ese es un camino que estamos siguiendo de a poco, más allá de ir a tocar. Obvio que es muy difícil, porque hoy no hay demasiados lugares para tocar, los pocos espacios que hay son con arreglos que la verdad son un desastre, donde tenés que pagar muchísima plata para tocar 45 minutos, entonces elegimos seguir por el camino de la autogestión, como por ejemplo Farolitos, con quienes estamos en contacto o con los pibes de Perro Suizo”, señaló.

De esta forma volvió a hacer hincapié en la necesidad de que los músicos, aunque no sea su deber, estén pendientes de las condiciones de los lugares a donde van a tocar: “Uno lamentablemente reacciona ante un cachetazo de estos. Pero después hay otros lugares que te ofrecen tocar y que no sabés realmente cómo están, que no sabemos quién los inspecciona, y que así como pasó en el Café de la Flor que se les escapó la tortuga puede seguir pasando. Y ni siquiera fue un lugar que vos decís es un antro, un sucucho, sino un lugar emblemático de Rosario, donde pasaron grandes bandas del país y donde uno nunca se imaginaba que iba a pasar lo que pasó. Por eso ahora estamos sobre esos detalles que llevan tiempo, trabajo, plata -porque autogestionarse también tiene un gasto importante-, pero cualquier gasto que tengamos siempre va a ser más barato que una vida”.

Volver al ruedo

Este 2017 será el tercer año consecutivo que la banda tocará en un club en una fecha gestionada por ellos mismos. Eso, asegura Mauro, es una parte vital de la confianza que van ganando poco a poco después de aquel episodio. “El año que viene si Dios quiere vamos a empezar a grabar el disco, el primero de la banda, así que por ahora estamos en eso, en tocar a fin de año y ya después empezar a grabar”, indicó a Conclusión.

La fecha a la que hace mención será el sábado 9 de diciembre en el club Fortín, de Ituzáingo y San Nicolás, con bandas amigas como Ojo Atrás, La Crocante, y la banda Los Bizcochos Rock de Moreno, Buenos Aires, que también sufrieron el fallecimiento de uno de sus integrantes de una forma similar, electrocutado, hace cuatro años, y a quienes pudieron conocer personalmente al ser invitados en un evento por el tercer aniversario. “La idea es que vengan este 12 de octubre y en diciembre. Lamentablemente la unión se dio por una tragedia, pero el contacto con otros músicos también logra esto”, agregó Sebastián.

Compromiso social

La banda históricamente desde sus comienzos contó con un sentido social, que hoy a raíz de la tragedia sienten más reforzado que nunca. Un ejemplo es que desde sus primeros recitales en cada show recolectaron alimentos no perecederos.

“Nosotros el compromiso social lo tuvimos siempre. Hoy con lo que pasó con Adrián se nos dan estas posibilidades de estar en otros festivales apoyando y ayudando, como así también muchas veces nosotros recibimos ese apoyo. Estuvimos en el festival por Anny Rivero, donde tocaron Las Manos de Filippi, también por Jonatan Herrera, conocimos a los familiares y esa gente que también sufrió, que si bien son casos diferentes igualmente son víctimas de la inseguridad, la negligencia y la corrupción, porque es así, porque sino cómo operan las bandas narco que mataron a Anny, los policías que mataron a Jonatan y les redujeron la condena, y en nuestro caso lo que pasa con el dueño del Café y encima al inspector que lo ascienden en su cargo. Son todos cachetazos aparte del sufrimiento de una pérdida”, cerró Mauro.

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