El legendario músico de Patricio Rey, Sergio Dawi, dialogó con Conclusión previo al espectáculo que brindará en Rosario este viernes en el teatro Vorterix junto a sus colegas Semilla Bucciarelli, Tito Fargo y Walter Sidoti.

“¡Esperamos el momento de estar llegando!”, decía al comienzo de la entrevista el legendario saxofonista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

Antes de la presentación de la Kermesse Redonda, que se llevará a cabo en el teatro Vorterix de Rosario este viernes a las 21, Dawi habló de su historia con la música, de su nueva agrupación y de la oportunidad que tienen de revivir la mística ricotera en su presentación.

Estará acompañado por Semilla Bucciarelli, Walter Sidotti y músicos de la talla de Oski, Jorge Cabrera y Federico García Vior.

— ¿Cuando comienza tu amor por la música? ¿Y cuando por tu herramienta, el saxo?

— Yo nací en una casa donde habia un piano, donde mi madre es musica y mi padre también era un amante de la música. Te diría que de alguna manera fue bastante natural y comenzó desde la cuna, y a partir de ahi tuve la posibilidad de ir estudiando música en distintas escuelas. En relación a los instrumentos de viento, empecé con la flauta dulce y luego pasé a la flauta traversa. Ya de grande tuve la tentación de comprarme el primer saxo casi a los 20 años, donde yo ya sabía leer música, ya era músico. Incorporé el saxo y ya me acompaña a estos dias, ya me plante acá.

— ¿Tuviste otras profesiones antes de ser músico?

— Te diría que no, pero trabaje desde cadete, sonidista, hasta pintor de casas. Fui polifuncional, fui maestro de música en colegios. Laburé mucho de músico. Viví diez años en España, toque el saxo en la calle, como sesionista, siempre. De todo un poco.

— ¿Te sentís un ex?

— Ahora que vamos a ir a Rosario, arriba del escenario me siento más Redondos que nunca. Quizás hace unos años podia tener más sentido sentirme un ex. Estamos haciendo esto de armar nuevamente la fiesta redonda.

— ¿Como surge la necesidad de reagruparse y salir a armar esa fiesta redonda?

— Esto fue todo un proceso. Dejamos de tocar hace algunos años, desde 2001 no tocamos y durante todo este tiempo estuvimos bastante ocupados con nuestros proyectos. Durante ese lapso también tuvimos muchos ofrecimientos de participar en grupos tributos. No entramos en esa. No sentíamos que fuese el momento. Hace dos o tres años un amigo nos dijo ¿por qué no hacen lo que están haciendo en el presente y le agregan parte de lo que hacían en el pasado? Empezamos a hacer shows en Córdoba, Mendoza, Chaco… en la primera parte haciamos SemiDawi, después Comando Pickles, y después tiramos unos diez o doce temas de Los Redondos. Estaba muy bueno. Cada show va mutando, va mejorando, percibiendo lo que nos pasa, lo que pasa en el público. Tal es así que le encontramos como un sentido. Hacer un show como lo hacíamos antes, respetando así la primera parte, la segunda, los bises, los ultimos bises, y le sumamos a todo esto invitados, basicamente cantantes que eran en su momento amantes de Los Redondos y conocen las canciones. En los shows que hacemos tenemos invitados que cantan y eso le da una particularidad, también sumamos las proyecciones que tenemos con las imágenes de Rocambole, que un poco acompañan las distintas épocas de Los Redondos en el momento que vamos tocando, cada época cada disco.

— En este show tienen invitados locales.

— Uno de ellos que ya nos acompañó en Capital fue Pablo Pino. La verdad que las veces que vino estuvo bárbaro. La presentó a Flor Croci y Choza, que ya estuvieron en Buenos Aires y vinieron a ensayar. Salió bárbaro, la descocieron. Y bueno, vamos a tener alguna que otra sorpresa local. Estamos con la expectativa, a ver con qué nos sorprende el encuentro con Rosario. Aquí está la oportunidad de aquellos que tuvieron la experiencia de estar en el show de Los Redondos puedan revivirla, y aquellos que no la vivieron pueden experimentarla, sentir de alguna manera cómo eran. Y nosotros estamos sorprendidos por lo que sucede, esta comunión, esta fraternidad, esta fiesta pagana que acontecía cuando teníamos esas fiestas redondas.