Los relatos mínimos siempre rinden a la hora de contar una historia cinematográfica, este es el caso de «Pescador» de José Glusman.

Este thriller presenta la historia de Santos (Darío Grandinetti), un ermitaño pescador que habita en un pueblo de la costa, se ve interrrumpido por la llegada de tres jóvenes que instalan un bar en un parador.

El se relaciona con los chicos, pero fantasmas del pasado y una inminente enfermedad terminal lo atormentan permanentemente.

La historia comienza un poco densa contando la vida de este hombre tan misterioso, que a medida que avanza la trama (y también oscurece) se torna aún más interesante.

Darío Grandinetti se pone al hombro la película y todo se construye alrededor de él, y de cómo un hombre que estuvo vinculado con el crimen se puede redimir con éxito.

El filme es entretenido y buenas actuaciones por parte de Grandinetti y de la actriz Jazmín Esquivel.

Calificación: Buena.