El Fish & Chips se sirvió por primera vez como plato completo en 1860. Se cree que la familia Malin de Londres y la familia Lee de Mossley, cerca de Manchester, fueron las primeras en plantar la tradición. Joseph Malin, de hecho, abrió el primer establecimiento (Fish & Chip Shop) en Londres en 1860. El pescado frito fue introducido primero en Londres de la mano de inmigrantes judíos que venían de Portugal y España por allá el siglo XVII, como derivado del famoso ‘pescaíto frito’ andaluz.

El presidente estadounidense Thomas Jefferson, por otro lado, dijo haber comido “pescado frito al estilo judío” en una visita a la capital a finales del siglo XVIII, y hasta Charles Dickens hace referencia a un almacén de pescado frito en su obra ‘Oliver Twist’ (1838).

Las patatas fritas conocidas como ‘chips’ probablemente se originaron en Bélgica. En Irlanda, la leyenda asegura que el primer pescado frito con patatas fritas fue vendido por un inmigrante italiano: Giuseppe Cervi, que erróneamente se bajó de un barco con destino a América en Cobh, en el condado de Cork, e inició allí su camino hacia Dublín. Comenzó la venta de pescado y patatas fritas fuera de los pubs de Dublín con un carro.

Es importante que  el Fish & Chips que se ha llegado a decir que el pescado y las patatas fritas ayudaron a ganar la Primera Guerra Mundial. El Fish & Chips era muy importante para las clases trabajadoras de la nación, y por ello, el gobierno se aseguró de que los suministros no fueran racionados. Durante la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro, Winston Churchill, llegó a referirse al Fish & Chips como “buen compañero”. Los soldados británicos, además, se comunicaban entre ellos durante los desembarcos diciendo ‘Fish’. La respuesta o contraseña era ‘Chips’.