Según un sondeo trimestral realizado desde el Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo de la Universidad de San Martín, la «empleabilidad autopercibida» está en situación crítica, 4 de cada 10 encuestados creen que el desempleo aumentó y el 52 % estima que sus ingresos van a crecer por debajo de la inflación. La reforma laboral sigue siendo vista como una amenaza. El informe establece que el 67,2% de los encuestados manifiesta que tiene baja o ninguna posibilidad de encontrar un buen trabajo.

El estudio consistió en encuestas representativas de la población residente del Área Metropolitana de Buenos Aires, comprendida por la Ciudad de Buenos Aires y los 24 partidos que integran el Gran Buenos Aires. El objetivo es aportar evidencia empírica sobre un conjunto de actitudes y percepciones de los argentinos referidas al mundo del trabajo y la coyuntura sociolaboral.

Con respecto al desempleo, 4 de 10 encuestados consideran que aumentó en los últimos tres meses y un 36,9 % piensa que se incrementará en los próximos tres meses. A pesar de este diagnóstico, la proyección se muestra más optimista en relación con lo observado en las mediciones de junio y febrero.

En cuanto a la informalidad laboral, un 33,8 % considera que el trabajo no registrado aumentó en los últimos tres meses y un 34,5 % cree que aumentará en los próximos tres meses. Las percepciones con relación a junio dan cuenta de una desmejora de la calidad del empleo.

Entre los encuestados ocupados, 4 de 10 se encuentran insatisfechos con su situación laboral actual. La misma relación se verifica en los ocupados que expresan temor a perder su trabajo.

Con respecto a la evolución del salario real, el 58,5 % de los trabajadores sostiene que su capacidad de compra disminuyó en los últimos tres meses. Asimismo, un 52,1 % piensa que este año sus ingresos crecerán por debajo de la inflación. En ambos indicadores, el Monitor acredita, en comparación con junio, leves mejoras de la capacidad adquisitiva del salario.

En relación a lo que representa el concepto de “reforma laboral” predominan significados negativos: el 42,3 % lo vincula con “menos derechos para los trabajadores”, mientras que un 35,6 % lo asocia con efectos positivos para los trabajadores. La visión negativa respecto de la reforma asciende al 54,8 % cuando se consideran las respuestas de los trabajadores en relación de dependencia.

La propuesta de reforma del Gobierno nacional suscitó reacciones aún más críticas: un 47,6 % entiende que beneficiaría a los empresarios, un 13,8 % que beneficiaría a trabajadores y un 29,1 % considera que beneficiaría a ambos sectores.