El secretario general del UOM de Río Grande y diputado nacional, Oscar Martínez, aseguró que el sindicato debió «asumir un golpe durísimo porque no quedaban alternativas», tras el acuerdo firmado en el sector metalúrgico de Tierra del Fuego que congela los salarios hasta junio de 2020.

«No nos dejaron alternativas ante las amenazas de despidos. Es como el chiste del prisionero que le dicen que lo van a matar si no acepta el dunga dunga y bueno, tuvimos que aceptar el dunga dunga», dijo Martínez.

En declaraciones a Radio Diez de Buenos Aires, el dirigente sindical advirtió que los trabajadores fueron «víctimas de una extorsión por parte del gobierno nacional» y reconoció que el acuerdo firmado significa «un recorte de nuestro salario y una pérdida del poder adquisitivo».

«La gobernadora (Rosana Bertone) venía siendo obsecuente con las políticas del gobierno nacional, pero en esta circunstancia hizo una convocatoria para defender los puestos de trabajo», dijo.

Sobre el acuerdo, reconoció: «Hemos sido presionados para reducir un 30 por ciento nuestros salarios actuales».