“Todavía estamos esperando que esta fábrica empiece a funcionar”, dijo entre suspiros Miguel Valentino, delegado de Mefro Whells a Conclusión al ser consultado por la situación actual que atraviesa la firma.
La empresa metalúrgica ubicada en Ovidio Lagos 4480 reabrió sus puertas en septiembre pasado, luego de estar más de nueves meses paralizada, y todavía no logra “salir a pista”. Según contó Valentino, la poca demanda de las terminales automotrices despierta preocupación entre los 22 empleados que hoy día trabajan en la fábrica y temen que de seguir así “no sólo no puedan entrar los 80 compañeros que están esperando afuera sino que los 22 que estamos adentro también corramos riesgo de perder la fuente de trabajo”.
“En este momento Mefro está con 22 compañeros trabajando pero no nos vienen a comprar, por eso no hay producción nuestra. No tenemos ventas, hasta el día de hoy no nos están comprando”, lamentó el delegado y en seguida agregó: “La fábrica abrió en óptimas condiciones para producir, el problema es que no vienen a comprar llantas”.
La desventaja que corren las llantas locales respecto a los precios de las llantas extranjeras aparece como la principal causa de la problemática. “Hay una diferencia de precios entre la rueda que viene de afuera y la que se produce acá, que es un poco más cara, entonces no compran”, explicó Valentino y consideró que las dificultades que enfrentan “dependen un 90% de que la rueda de afuera está más barata entonces si no equiparas los precios, no tenes ganancia”.
A modo de ejemplo, citó los casos de la Toyota Hilux que compra llantas en Tailandia, la de la Ford Ranger que las traen de Sudáfrica, y las de la Suran y la Amarok, que vienen desde Alemania.
“Cuando se produce el vaciamiento de Mefro no nos compraban llantas a nosotros pero después era a nosotros a quienes nos llamaban para arreglar y solucionar los problemas de las llantas que vienen de Europa”, recordó y acotó: “Un dolor inmenso”.
Posible solución
El pasado sábado, el Ministerio de Producción de la Nación informó que se aplicaron aranceles de importación a las llantas de aleación de aluminio provenientes de China y un derecho antidumping durante los próximos cinco años.
Frente a tal disposición, los trabajadores de Mefro Wheels solicitaron a algunos legisladores nacionales -Alejandra Rodenas y Luis Contigiani- que también se aplique un arancel a las llantas de chapa.
“Si pones un arancel, las ruedas quedarían al mismo precio que las extranjeras, entonces comprarían ruedas argentinas porque saben que son de buena calidad, que las pueden reclamar, que las consiguen rápido y que no tienen necesidad de esperar a que las traigan por barco”, apuntó entusiasmado.
Consultado sobre si ya habían obtenido respuesta por parte de las autoridades dijo que hasta el momento no habían recibido ningún llamado de Nación por lo que destacó: “Lo que queremos es lo que se nos dijeron cuando esta fábrica iba a reabrir, que Nación iba a estar al lado de la provincia y de la UOM ayudándonos”.
En ese sentido, reclaman que Nación no haya hablado con las distintas terminales para que les compren llantas o que no les hayan posibilitado colocar un pequeño arancel para que las ruedas que vengan de afuera tengan casi el mismo valor que las que están en el país.
“Si Nación no implementa los recaudos necesarios para que la producción nacional se mantenga y se incremente no sé cómo vamos a seguir”, vaticinó preocupado.
No obstante, admitió que Ricardo Ciccarelli, titular de Cirubon SA y actual administrador de la fábrica, “es una persona que todavía está optimista, ansiosa, no deja de recorrer las terminales automotrices”.
“Ayer hablé con Cicarelli para decirle que estamos junto a él, y a disposición de lo que necesite para tratar de lograr todos juntos ayuda política”, contó Valentino.
Panorama incierto
Sobre los plazos, el delegado fue prudente pero no dejó de advertir que “pasa enero, pasa frebero, pasa marzo y estás pagando cannon, luz, gas, personal, y a cambio no recibís nada para palear los gastos que vas teniendo. La ecuación no cierra nunca”, resumió.
Por último dijo que “no queda otra que esperar que las terminales compren. El tiempo depende de cuánto pueda aguantar Ricardo Cicarelli. Si seguís sumando para abajo y no para arriba es complicado”, cerró.
