El secretario general del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas (Sivendia), Omar Plaini, consideró hoy que el Gobierno nacional pretende «descalificar al sindicalismo» con acusaciones de corrupción, y señaló que en Argentina hay «una crisis de valores que afecta también a otros sectores sociales», como el empresarial y el judicial.

«Hay declaraciones por parte de personas vinculadas al oficialismo que buscan descalificar al sindicalismo con acusaciones de corrupción en base a los casos que se conocieron en los últimos días. Si hay un dirigente gremial que cometió un ilícito debe investigarse y castigarse. Pero estamos en una crisis de valores que afecta a otros sectores como son los empresarios y los jueces», apuntó Plaini.

En declaraciones formuladas a radio AM Ecomedios, el también secretario administrativo de la CGT lamentó que desde la página web del Ministerio de Educación bonaerense se difunda un instructivo para que los trabajadores se desafilien de los gremios.

Desde el Ejecutivo provincial, alegaron que esa información se publicó en función de los casos de afiliaciones irregulares que se detectaron en el sindicato de Soeme, cuyo titular Marcelo Balcedo está detenido en Uruguay, acusado por lavado de dinero y asociación ilícita.

«Si hubo afiliaciones compulsivas e irregulares deben ser investigadas y subsanadas, pero no puede ser que desde un Gobierno se inste a que los trabajadores abandonen un gremio», sostuvo.

Respecto a Balcedo, secretario general del Soeme y empresario periodístico con actividad en la ciudad de La Plata, Plaini consideró que para que «exista corrupción siempre debe haber dos partes».

«Si Balcedo hizo tanta plata no la puede haber conseguido en cuatro o cinco años. Debe haber habido muchas complicidades en el medio. Parece que en este país nos olvidamos de Marcelo Oderbrecth», apuntó el dirigente canillita, en referencia al empresario brasileño acusado de hechos de corrupción en obras públicas que se ejecutaron en varios países de América Latina, entre ellos Argentina.

En cuanto a la relación de la CGT con el Gobierno, Plaini observó que la central obrera «debe antes que nada defender los intereses de los trabajadores».

«Si el Gobierno impulsa una reforma previsional que se convierte en ley y que perjudica a los jubilados, quiere afectar los convenios colectivos, y afectar los intereses populares, la CGT debe pararse con una postura que vaya más allá de juntarse con los funcionarios para tomar café. Estamos en una crisis del movimiento popular que también afectó al movimiento obrero», enfatizó.