Hablar de paritarias es poner sobre la mesa un tema que indefectiblemente trae controversias. En esta oportunidad, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, tiró un anticipo que desde ya trajo polémica en los gremios al anunciar que el gobierno va por un techo del 15% en las negociaciones salariales de 2018 en “base al cálculo de inflación proyectada en el Presupuesto 2018”.

La paritaria de los gremios aeronáuticos trajo una muestra de lo que será el round paritario 2018. Como adelantara el portal InfoGremiales, el gobierno ya empezó a testear lo que será su nueva política salarial y encendió las alarmas gremiales, que esperan poder tener un año de recuperación luego de dos de pérdida salarial.

En dialogo con Conclusión, el presidente del Movimiento Sindical Rosarino, Alberto Botto, subrayó que “no estsmos de acuerdo con ningún techo en las paritarias”.

“Desde hace varias paritarias atrás no se viene cubriendo el proceso inflacionario por lo tanto significa pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y se siguen degradando las economías hogareñas. Este modelo eligió el peor de todos los caminos”, dijo el sindicalista.

Sucede que para 2018 el gobierno espera que la suba de los salarios esté “un poco por debajo” del 15,7% promedio de inflación que marca el Presupuesto. Si se cumple ese resultado, o incluso si cierra unos puntos más arriba, podría ser el primer año en una década en el que los aumentos salariales se ubican por debajo de 20% en promedio.

Boto: «Si quieren frenar la inflación deben cambiar el camino»

“Si se lleva adelante esta política nos va a llevar a una crisis terminal como ocurrió en 2001. Si quieren frenar la inflación deben cambiar de camino; tratar de fomentar la producción, de fomentar el consumo interno, controles en formadores de precios, siempre pensando en no perjudicar a la economía hogareñas”, manifestó Botto.

El titular de Luz y Fuerza hizo un llamado a los legisladores provinciales y al gobernador Miguel Lifschitz para que “mantengan la autonomía provincial para que el gobierno nacional no los avasalle con sus políticas”.

Hace días atrás se conoció que los salarios negociados en paritarias en los dos últimos años muestran un retroceso del 7,3% en el salario real frente a la inflación, según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda.

Ante esta situación sentaron postura gremios locales que resaltaron “rigor científico del trabajo pero ponen en duda los índices de inflación consignados por el gobierno estos dos últimos años y señalan que la caída pudo ser peor si se atiende la caída del consumo en los años señalados”.

Ratner: «El problema acá es que la plata no alcanza»

En ese sentido, Antonio Ratner, del gremio de los Municipales, fue muy explícito: “El problema es saber con respecto a que se perdió el 7 por ciento porque si el parámetro es una inflación que el gobierno establece en el presupuesto o el parámetro tiene que ver con la falta de consumo, la baja de inflación que difunde para decir después que no hay una baja en el salario de los trabajadores no se condice con la baja del consumo porque no hay plata debido a que hoy no hay remuneraciones para que los trabajadores gocen de ingresos para mantener un nivel de vida digno. Este es el tema, el problema acá es que la plata no alcanza”.

Para Oscar Barrionuevo, de Obras Sanitarias, ante este panorama de pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, la estructura sindical “deberá tomar medidas de emergencia para la lucha, cada uno en su gremio y también colectivamente”.

Barrionuevo: «Si mis trabajadores tienen pérdida del poder adquisitivo ante la paritaria cerrada lanzaremos una huelga hasta cambiar eso proceso»

“Cada gremio sabe bien qué pasa con sus trabajadores en cada lugar de trabajo, los índices universitarios son respetables pero el termómetro de sensibilidad salarial lo sabe bien cada gremio. Por ahora, en mi gremio estamos preparados para lo que pueda seguir aconteciendo. Venimos ver una debilidad salarial y a mí en particular no me cabe duda que si mis trabajadores (los de Obras Sanitarias) tienen pérdida del poder adquisitivo ante la paritaria cerrada lanzaremos una huelga hasta cambiar eso proceso. Ahora debemos estar trabajando en conjunto con todos los gremios en su conjunto”, detallo.

También se pronunció Claudio García, del sindicato de Encargados de Edificios (SuteryH), quien planteó que “es necesario y urgente reactivar la micro economía”.

“Los capitales deben entender que deben estar al servicio del bienestar social, por ende, debemos volver a una política de reactivación de la industria nacional controlada por el Estado y donde los trabajadores a través de las paritarias resignifiquen salarios que supere los tarifazos y medidas de ajuste de este gobierno. De hecho, la caída del salario se debe a una inflación superior a la que pretende engañar el gobierno por eso nuestro deber es fortalecer las paritarias”, dijo.

Asimismo, Rubén Pérez, secretario general del Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustible Santa Fe Sur, alertó que los índices de inflación del gobierno “son mentirosos como los del gobierno anterior”.

“La diferencia es que el gobierno que nos precedió ató los índices de inflación al pago de bonos de la deuda externa y entonces ante un índice bajo, se beneficiaba toda la población, eso evidentemente no fue bien explicitado, ahora este gobierno miente con los números para perjudicar a los trabajadores. Ahora lo que me parece grave es que en su mayoría el trabajador, sea del sector que sea, ha apoyado a este gobierno en las elecciones y entonces eso debilita toda reacción corporativa del gremialismo para frenar este ajuste. Ahora cada sindicalista en su gremio conoce cada realidad de sus trabajadores y debe pelear en cada ámbito para que el trabajador no pierda o pierda lo menos posible”.

Para los gremios es importante destacar ciertos datos como que los empleados de los municipios y comunas de Santa Fe “recibieron un 25 por ciento de aumento desdoblado: 18 por ciento a partir del sueldo de marzo, y un 7 por ciento adicional en julio. Además, un plus por la pérdida del poder adquisitivo del año pasado, que llegó a $3.000”.

Además que “en 2016 se estableció una suba del 33 por ciento de incremento para los trabajadores, que fueron abonados en dos partes. La primera fue del 20 por ciento y el restante 13 por ciento”.