La cadena de venta de electrodomésticos y productos informáticos Musimundo cerró diez sucursales en diferentes puntos del país por la baja del consumo y la suba de costos operativos por la suba de las tarifas.

El cierre de diez de las 264 sucursales forma parte de un plan de ajuste de la empresa, propiedad del Grupo Megatone, debido a la fuerte caída de rentabilidad por el descenso de ventas y el aumento de las tarifas de electricidad y agua.

Musimundo nació en los años 70 como tienda especializada en música, en la década de 1990 se expandió a toda la Argentina y desde entonces comenzó a vender libros y productos electrónicos e informáticos.

En 2011 la marca fue adquirida por 2 de los 3 licenciatarios de la cadena de artículos para el hogar Megatone, incorporó la venta de electrodomésticos y sumó locales por el cambio de marca de Megatone a Musimundo.

Ahora, según informó el diario BAE, la empresa bajó la persiana de diez locales ubicados en Callao y Corrientes (Ciudad de Buenos Aires); Mercedes, Saladillo, Pehuajó, Bragado, Chivilcoy y Trenque Lauquén, en la provincia de Buenos Aires, además de Neuquén; Famaillá y Banda del río Salí, en Tucumán, entre otros.

En muchos casos, los trabajadores se enteraron del cierre cuando fueron a cumplir su día laboral y encontraron las persianas bajas y carteles pegados en los vidrios que anunciaban el cierre de la sucursal.

La empresa había sido concursada en 2001, y en 2003 fue adquirida por el fondo de inversión Pegasus, vinculado al actual vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, y propietario de las cadenas Farmacity y Freddo, entre otras marcas.

En febrero de 2011, el grupo Megatone (integrado por Bazar Avenida, Electrónica Santa Fe y la empresa chaqueña Carsa) concretó la operación de compra por 15 millones de dólares y se hizo cargo del pasivo.

Christian Giménez, secretario de prensa del sindicato de Comercio, señaló que «en realidad es Carsa el socio que tiene problemas. Cuando compraron se dividieron las zonas y locales. Los que pertenecen a Electrónica Santa Fe no han cerrado».

«Estimo que el 40% de los establecimientos son de Carsa. Las razones que argumentan son caída en las ventas, aumento en el transporte y suba de costos fijos. El impacto es más fuerte en el interior del país», expresó el sindicalista.

En manos de Carsa están los locales ubicados en las localidades bonaerenses de Banfield, Quilmes, Palermo y calle Florida, en el microcentro porteño: «Todo indica que en zona sur también habrá cierres. No fue posible contactar a ningún vocero de la empresa», dijo Giménez.

Fuente: BAE Negocios. Por Graciela Moreno.