Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Universidad de Buenos Aires (UBA) creó un microscopio que iguala algunas capacidades y funciones de equipos que llegan a costar mil veces más.

Empleando nanopartículas y otros elementos, dos investigadores argentinos lograron desarrollar un microscopio sideralmente más económico que dispositivos comparables para observar y estudiar células, organismos y otras estructuras minúsculas.

«Pudimos obtener imágenes de buena resolución utilizando un diodo láser de menos de 100 dólares, en lugar de los láseres habituales que cuestan entre 50.000 y un millón de dólares”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir uno de los autores del nuevo prototipo, el doctor Roberto Etchenique, del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE), que depende del CONICET y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

Tal como describe la revista de la Real Sociedad de Química del Reino Unido, “Chemical Communications”, Etchenique y la doctora Cecilia Sorbello, también del INQUIMAE, el nuevo microscopio costó en total menos de mil dólares y obtuvo imágenes de un grano de polen cuya resolución óptica fue similar a la de los costosos equipos multifotónicos.

“Nuestro instrumento es muy económico, comparado incluso con un microscopio común de bajísima gama”, afirmó Etchenique.

Los microscopios multifotónicos se basan en una propiedad encontrada por la Nobel de Física 1963, Maria Goeppert-Mayer: la absorción de dos o más fotones o partículas de energía luminosa, en forma simultánea, por un átomo o molécula. “Eso tiene una consecuencia muy interesante: la luz emitida por alguna molécula ya no es proporcional a la intensidad de luz de excitación, como ocurre habitualmente, sino al cuadrado de esa intensidad. Esta propiedad permite diferenciar la información que está en foco de la que está fuera de foco”, explicó Etchenique.

El único problema de los microscopios multifotónicos es que, para excitar moléculas (por ejemplo, de muestras biológicas a estudiar) se requieren láseres de potencias y precios enormes. “En el sistema que nosotros describimos, empleamos láseres económicos que excitan nanopartículas que contienen erbio y que están adheridas a un grano de polen”, puntualizó el científico del CONICET.

Si bien los resultados fueron alentadores, aún es preciso sortear algunas dificultades técnicas para mejorar el desempeño del nuevo microscopio frente a muestras biológicas de diferente naturaleza. “Estos problemas pueden reducirse y eventualmente eliminarse mediante la síntesis de nanopartículas con mejores propiedades”, puntualizó Etchenique. Y agregó: “Nuestra intención es realizar desarrollos de avanzada en nuestro país. Creemos que no solo es posible, sino imprescindible”.