Durante varios años, la figura de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano quedó circunscripta únicamente a la creación de la bandera. Sin embargo, además de ser el inventor de la enseña que hoy flamea en todo mástil vernáculo, este abogado que en su lucha por la patria dejó salud y fortuna, es reconocido por los historiadores como uno de los personajes más trascendentes en la construcción de la Argentina como nación.

Lautaro Bruera, docente e investigador recibido de Doctor en Ciencias Políticas especialziado en Argentina y Latinoamérica, señaló en diálogo con Conclusión aspectos poco difundidos del prócer que lo pintan como un destacado político que, a pesar de formar parte de una élite gobernante, se destacó en su lucha por la igualdad social y derechos de la mujer.

— ¿Quién fue Manuel Belgrano? ¿Qué rol ocupó en aquel contexto histórico? 

— Belgrano, para no mentirnos, formaba parte de una élite gobernante, en términos económicos, políticos y culturales de la sociedad del Río de la Plata del siglo XIX. Tenía contactos con la realidad circundante, ya que fue funcionario del Cabildo del propio Virreinato. Ocupó el área económica y le molestaba bastante que los comerciantes de la época compraran los productos a un precio determinado y lo vendieran cuatro veces más caros, no generaban producción o valor agregado, tranzaban con productos extranjeros y se enriquecían a costa del empobrecimiento de las industrias regionales y no generaban ningún tipo de actividad económica. Él se formó como abogado pero su gran tema de análisis fue la economía, él tenía una concepción que fue elaborando sobre la realidad en la que se involucra. Aunque se termina transformando en un prócer antes de la Revolución de Mayo, y un antecedente de esto es que durante las invasiones inglesas, para no jurar ante la bandera de dicho país, se fue a Montevideo, ya que algunos sectores eran condescendientes a los ingleses. Formó parte de la resistencia a estas invasiones, ayudó a que el pueblo se arme, se organice y se prepare para manejarse de manera autónoma. Luego se conviertió en militar sin serlo. Primero se ganó la consideración de San Martín que, sin ser especialista en el tema se puso al hombro una batalla como fue el éxodo jujeño, que fue la única manera de enfrentar a los realistas que tenían apoyo del propio patriciado local. Y eso se reproduce en el éxodo artiguista en el noreste de nuestro territorio.

— ¿Qué otras “luchas” llevó adelante el prócer durante su vida?

Muchísimas luchas, por ejemplo, una muy importante por los derechos de las mujeres. Le elevó su espada y reconoció a Juana Azurduy como una líder y como una Generala, fue el primero que reconoció a una mujer por la lucha en la independencia de su país. Belgrano le dio su espada a Juana, la hizo valorar públicamente. A nivel mundial sentó un precedente en la lucha histórica por la reivindicación de los derechos de las mujeres. Además, sentó las bases de la organización de las misiones jesuitas, las reforma agraria, educación igual para hombres y mujeres, educación técnica y artística. Un desarrollista que reconoció la importancia de la educación artística para forjar la identidad, conjuntamente con la defensa del mercado interno, con la perspectiva de un desarrollo económico integral que se se centre en las economías regionales.

— ¿Qué significó que Belgrano llevara adelante la creación de la bandera? ¿Por qué se iza por primera vez en Rosario?

— El enarbola la bandera en Rosario sin autorización del gobierno porteño, lo hace en un acto de rebeldía. Incluso fue de algún modo retado por este acto. Se iza en Rosario porque acá ya había una actitud de soberanía, de independencia, porque hay patriotas que luego participaron del ejército belgraniano y del ejército sanmartianiano que luchó en San Lorenzo, porque había patriotas decididos y porque había un pueblo que estuvo dispuesto a llevar adelante la gesta independentista, porque era un lugar estratégico desde donde se pudo enfrentar a los barcos españoles de una manera más efectiva. Belgrano tenía una relación, un contacto, una familiaridad con nuestra ciudad de Rosario muy grande. No es casualidad su cariño por Rosario y Santa Fe. Como tampoco no es casualidad que le haya puesto el sol, que era deidad Inca y representa lo mas valorado que tenemos, una de las mayores fuentes del buen vivir y una fuente de contacto entre la naturaleza y los seres humanos.

— ¿Qué lugar tendría Belgrano en la Argentina contemporánea?

— Yo no tengo duda del lugar que ocuparía Belgrano en una Argentina y una Latinoamérica contemporánea: junto al pueblo, en la lucha por la conformación y por el fortalecimiento de la Unasur y en la lucha por el reconocimiento y la ampliación de derechos sociales, culturales, económicos de las mujeres. Estaría en la lucha contra las injusticias en un mundo que concentra las riquezas y que tiene como eje al capital financiero, estaría contraponiendo la lógica de la economía real, de la economía productiva, de las economías regionales, de la acción humana transformando y en contacto con la naturaleza como fuente de riquezas y también de construcción de la identidad cultural. No tengo dudas donde estaría posicionado Belgrano. La dignidad que ponía en su pueblo fue lo que lo posicionó como prócer histórico social.